BARCELONA
Nos encantaría decir lo contrario, pero a día de hoy nadie sabe a ciencia cierta qué nos deparará el futuro. Si lograremos la invisibilidad, si alcanzaremos el anhelado teletransporte o si viviremos en Marte... todo está por ver. Sin embargo, hay algunas predicciones que no necesitan de científicos, tampoco de videntes, porque sabemos que sucederán. He aquí un ejemplo: será en 2020 cuando la rehabilitación de la antigua sede barcelonesa del Deutsche Bank dé paso a 34 viviendas de lujo gestionadas por Mandarin Oriental. Y, aunque KKH Capital Group y Perella Weinberg Real Estate Fund II LP comenzaron las obras hace unos meses bajo la batuta del estudio Carlos Ferrater, la reciente entrada de Mandarin Oriental lo cambia todo. Mejor: lo sublima todo, puesto que se trata de las primeras residencias del grupo hotelero en Europa y no piensan pasar desapercibidas gracias a detalles como club privado, gimnasio, spa, piscina y una propuesta gastronómica de alto nivel. De las vistas no hablamos porque aquí tienes la evidencia. El futuro, de momento, es esto