Exposición
Tres décadas marcaron la industria de la moda en el país. La muestra Italiana recorre sus éxitos y defectos.
El prêt-à-porter italiano.
Mientras trabajaban en un proyecto dedicado al diseñador Walter Albini, Maria Luisa Frisa y Stefano Tonchi concibieron una muestra que abarca los puntos clave de la historia del prêt-à-porter. “Albini fue pionero al dejar Florencia en 1971 por Milán, que se convertiría en la ciudad líder de la moda italiana en los años 80 y 90”, explica Frisa. A través de piezas icónicas –de Gucci o Ferré, entre otros–, colaboraciones como la de Callaghan con Versace o diseños “extremos” –de Nanni Strada o Massimo Osti–, el visitante se sumerge en las distintas atmósferas del período comprendido entre esa fecha clave, 1971, y la que marca el cambio de siglo y el paso de la moda italiana a fenómeno global, 2001. El discurso no sigue un orden cronológico, sino que se estructura a través de conceptos como identidad, democracia o logomanía. “También agregamos nuestra interpretación personal”, añade Frisa. Esta forma de narración, según Carlo Capasa, presidente de la Camera Nazionale della Moda Italiana, “restaura una imagen vívida, con numerosas voces que arrojan luz y generan reflexión sobre los protagonistas del sistema de moda italiano”. El país reivindica así, con autocrítica pero sin complejos, su papel como primer productor de lujo mundial, con numerosos diseñadores, además, al frente de importantes firmas internacionales. “El futuro nos desafía a confirmar este rol a través de procesos de producción más sostenibles”, remata Capasa. Italiana, Italy through the lens of fashion (1971-2001), en el Palazzo Reale hasta el 6 de mayo.