Reservado
O una de las razones (por no decir hoteles) por las que Nicaragua es nuestra apuesta de la temporada.
Mesón Nadi, descanso tropical para ser visto.
¿POR QUÉ? Nos quedamos con ganas de pasar unos días en Meson Nadi cuando, hace unos meses, viajamos a Nicaragua.
¿DÓNDE? Entre la selva y el océano, a 20 metros –lo que tardas en cruzar la carretera– de una de las mecas del surf de Centroamérica: playa Santa, en Popoyo.
¿CÓMO ES? Muros de cemento pulido, jardines tropicales, duchas al aire libre, hamacas en los porches de cada una de las seis casitas... Los propietarios de Mason Nadi, Saskia y Dennis, productora de fotografía y director de arte, han logrado una armónica fusión de diseño latinoamericano y tradición Bauhaus. El maridaje entre las recetas locales y las propuestas internacionales se saborea también en el restaurante La Cantina.
¿PARA QUIÉN? El ambiente relajado cala de inmediato en los huéspedes, en su mayoría parejas y familias de urbanitas con ganas de quitarse de encima las capas físicas y emocionales de la ciudad, pero que no pueden (ni quieren) obviar su interés por la arquitectura y el diseño. Para los que aprecian dormir escuchando el mar y vivir con conciencia. Y para los fans de Design Hotels, claro.
¿ALGO MÁS? Yoga entre las palmeras, surf, sesiones de cine una vez al mes y un menú de tours para descubrir el país más allá de lo evidente. Pronto ampliarán a doce el número de villas (mesonnadi.com / designhotels.com). GEMA MONROY