LA EXPANSIÓN DE LUJO LANZAROTEÑO
PY Hotels & Resorts inicia su expansión internacional con un establecimiento deslumbrante en Marrakech.
El éxito abre puertas e insta a la aventura. La óptima reputación del Princesa Yaiza Suite Hotel Resort y el cariño recibido de sus exigentes huéspedes ha impulsado a esta compañía canaria de management turístico a conquistar otros territorios. El primer destino de esta expansión ha sido Marruecos con la gestión del Palais Namaskar, un exquisito complejo situado en el atractivo palmeral de la ciudad roja. Tal y como apunta Javier Suárez, executive director de PY Hotels & Resort, esta apertura es “el primer paso de un largo camino en la región”, lo que preludia un futuro lleno de éxitos. A este flamante complejo marroquí se han importado las piedras angulares que han convertido a la casa madre lanzaroteña en un resort de referencia con la restauración y el sabor como mascarón de proa. “Hemos querido apostar por un servicio gastronómico de calidad con un toque diferenciador” apunta Suárez al referirse a la carta y al brunch dominical de los dos suculentos restaurantes del establecimiento. Unas cocinas que se surten con los mejores productos locales y que sofistican la esencia marroquí, tal y como sucede con sus 41 estancias. Villas, suites y palacios con jacuzzis separados por espacios verdes y cascadas que se convierten en un oasis privado de tranquilidad. Pero esta inauguración no es la única de este grupo. En los próximos meses reabrirá, tras un profundo proceso de renovación, el Hotel Fariones, un 5 estrellas ubicado en Puero del Carmen, Lanzarote.
de tribus bajo unas caprichosas delimitaciones geográficas. Tras varios proyectos insípidos para atraer a los jóvenes con visitas guiadas o jornadas gratuitas, el propio Raphaël dio con la clave: acudió al popular club de boxeo ABB, descubrió que aquí se juntaban desde los magrebíes menos arraigados hasta los flamencos más intransigentes y les abrió las puertas del museo por la noche, improvisando fiestas e invitando a los DJs más prometedores del barrio. Pero ¿qué consiguió con eso? Por un lado, conocer mejor cada gen del ADN de este distrito y, por el otro, “hacer entender a los jóvenes que un museo no es un sitio esnob al que no tienen por qué ir bien vestidos”, resuelve. Un lugar donde ni los seguratas ni los cuadros les miran con nerviosismo inquisidor.
Al otro lado de los muros de la Belle-Vue las iniciativas se han multiplicado gracias al impulso del MIMA, el orgullo catártico tras los atentados y la herencia de Molenbeek 2014, el año en el que fue la Metrópolis Cultural para la Bélgica francoparlante. La materia prima es óptima ya que sus calles están repletas de fábricas abandonadas, edificios infrautilizados y cauces disecados. En uno de ellos se abrió hace cuatro años Parkfarm, un invernadero en torno al cual se improvisó un huerto urbano que ha inspirado a otros espacios verdes que surten a la cocina del Bel Mundo. Por su parte, los centros culturales privados de LaVallée, Vaartkapoen y Última Vez han tomado el guante lanzado por Cruyt y en sus espacios exponen y acogen a los artistas más prometedores de la ciudad. Uno de los más reconocidos, el grafitero anónimo Bonom, ha logrado hacer que una mujer masturbándose forme parte del paisaje del canal sin que el pixelado del puritanismo amenace su existencia. A su vez, el gobierno local ha habilitado un ala del aburrido MoMusée –un centro etnográfico nostálgico– en una casa de la cultura y la cohesión social donde se imparten talleres artísticos. Además, mediante una serie de tours pedestres, ofrece la posibilidad de conocer mejor el arte urbano de sus fachadas. Dos complejos destacan como lienzo, Le Phare du Kanal, un coworking femenino y feminista donde las paredes son paisajes marítimos épicos, y Allerdukaai, un conjunto de hangares portuarios en que los grafitis son el telón de fondo perfecto para cabriolas de skate, clases de yoga y charlas de género. Un paisaje repleto de creaciones cuyos autores dudan entre exponer en el MIMA o entregarse a la intemperie. Al menos el debate está en su tejado.