SACA TIEMPO PARA TI
Como introvertida disfrazada de extrovertida, me encanta planear mis vacaciones en compañía y luego sacar tiempo para zafarme de ella. No siempre me sale bien la jugada, pero a lo largo de los años he aprendido a hacerlo con gracia y sin ofender a nadie. Si eres de los que se cansan de estar al lado de alguien que va a paso lento o del amigo que compra compulsivamente, encontrar un momento de soledad es la forma de mantener la paz. Pelearás menos y ceder no será ningún problema. Serás más paciente con los melindrosos y aquellos incapaces de leer un mapa, o con el amigo que insiste en ver cada habitación de cada piso del museo más abarrotado de la historia. Y te darás cuenta de que no todos tienen que irse de excursión contigo para encontrar la mejor pizzería de Roma. ¿Cómo lograrlo? Miente un poco. Di que vas a buscar el souvenir perfecto o que te vas a sumergir en la exposición de maestros flamencos, o que tienes que contestar correos de trabajo. Pon una hora para reunirte con tu grupo más tarde y, mientras tanto, disfrútate. Lo maravilloso de viajar es que las cosas que serían aburridas en casa son toda una novedad cuando se hacen fuera. Si te separas de tu pareja o amigos durante al menos un par de horas, tus experiencias serán más enriquecedoras, tus encuentros fortuitos y tus memorias más vívidas. Y, a menos que pases tu tiempo libre pillando wifi en una cafetería, estarás más presente cuando vuelvas al rebaño.