VIDAS DE HOTEL
Miramonti Boutique Hotel , valle del Médano
En el Miramonti hay alguien que vale para todo.
“La primera vez que vi la nieve fue en el invierno de hace tres años”, recuerda Mohamed. Tenía entonces 25 años y acababa de llegar a Austria desde su casa en Gambia. “Al principio me resultaba rarísimo, ¡está tan fría! –risas–, pero ahora me encanta la nieve”. Desde entonces, Mohammed trabaja para Carmen y Klaus Alber, propietarios del Miramonti Boutique Hotel. Con vistas de pájaro sobre el valle del Médano desde su privilegiada ubicación en la colina, su innegable pedigrí alpino y un modernísimo y dramático spa –probablemente, el más alucinante de los Alpes– diseñado por los arquitectos Heike Pohl y Andreas Zaniel, el Miramonti es el hotel al que iría James Bond buscando el calor del hogar. Cada día, nieve o haga sol, Mohamed comienza su jornada laboral acondicionando la terraza, su zona favorita. “Estas montañas son algo de otro mundo”, confiesa. Luego rellena los minibares, lleva las sábanas a la lavandería, ayuda con el equipaje, cuida del jardín, enciende las velas... “Y arreglo lo que haga falta”, resume con la seguridad del que se sabe para todo. Pero lo que más disfruta Mohamed es el trato con los huéspedes: “Me gusta ayudar a la gente y saber que mi trabajo hace que su estancia sea aún más agradable”, asegura y sonríe, iluminando con calidez africana este valle del Tirol italiano (whitelinehotels.com / hotel-miramonti.com).