Condé Nast Traveler (Spain)

GEOLOCALIZ­ADO

La diseñadora nos guía por los aromas de su ciudad: brisa marina y pollo con especias.

- CLARA LAGUNA

La diseñadora pakistaní Meher Kakalia.

“Adoro a la gente, las diferentes culturas y vivir de forma abierta”. Meher Kakalia creció en Karachi y, aunque hoy en día vive en Londres (tras unos años en Moscú), produce sus coleccione­s de zapatos en Pakistán, donde trabaja con artesanos locales. “Soy fan de la tradición. Nuestras bordadoras descienden de las familias que hacían los zapatos a las princesas del Taj Mahal”.

¿Qué recuerdos tienes de tu tierra? El mar marcaba mi vida. La playa era vital pero, hasta en la ciudad, el viento de la costa siempre estuvo ahí, refrescánd­ome por las noches. Crecí en una familia numerosa. Siempre había mucha gente alrededor... y comida. El olor flotaba en el aire. Recuerdo con cariño vagar por la noche entre puestos callejeros, barbacoas en los márgenes de las carreteras y vendedores de dulces. ¿Qué lugares te gusta revisitar? Vuelvo varias veces al año. En Karachi me encanta visitar mercados: Zainab, para inspirarme, y Bolton, que es un paraíso para comprar accesorios, cuentas, hilos y mucho más. Me atraen las antigüedad­es y los hallazgos tradiciona­les. A veces son bufandas de lana en Kashmir Art Emporium, o incluso en la tienda de recuerdos del museo Mohatta Palace. Fuera de la ciudad están las tumbas de Chawkandi, de las tribus nómadas baluchi. Quizá suene lúgubre pero, al igual que el Taj Mahal, son un símbolo de amor para la posteridad. Algo más lejos se encuentra Makli, un mausoleo aún más impresiona­nte, construido por los sindhi. Muchos monumentos pertenecen a tribus nómadas cuya cultura mandaba tener un lugar fijo para la muerte, ya que no lo tenían en vida. También está la mezquita de Shahi de Shah Jahan, el visionario del Taj Mahal. Y Mohenjo-daro, una ciudad del valle del Indo que data del 3000 a.C., a la que se puede acceder fácilmente desde Karachi. Una vez en esa región, me gusta acercarme a Sukkur para visitar Sadhu Belo, un increíble templo hindú en una isla fluvial, y a Khairpur, para ver el palacio de Faiz Mahal con su rey vivo. Cosas mágicas muy lejos de la realidad de Karachi. ¿Con qué te quedas de Karachi? La zona de Clifton, llena de cafés, restaurant­es –prueba el chicken tikka–, tiendas... y el mar. Mi preferido es BarBQ Tonight, en Boating Basin. A veces voy a Koel, con un patio íntimo donde comer bajo un árbol de neem. También tiene tienda y galería de arte con una atención al detalle casi japonesa. Okra es un clásico, pequeño pero agradable y con comida excelente.

 ??  ?? De izda. a dcha. y de arriba abajo, tumbas de Chawkandi; detalle de una de ellas; Mohatta Palace; zapatos de Meher Kakalia, con metal cosido según técnicas ancestrale­s; capa tradiciona­l de Uzbekistán, de la diseñadora. A la dcha., Meher Kakalia.
De izda. a dcha. y de arriba abajo, tumbas de Chawkandi; detalle de una de ellas; Mohatta Palace; zapatos de Meher Kakalia, con metal cosido según técnicas ancestrale­s; capa tradiciona­l de Uzbekistán, de la diseñadora. A la dcha., Meher Kakalia.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain