QUÉ HACER
Subir a las cúpulas de la catedral de Santo Domingo
Una de las visitas obligadas de Quito es la de las cúpulas ajedrezadas de la catedral. Otra opción igual de interesante pero menos conocida es la de hacerlo en las cúpulas del convento de Santo Domingo, también de cerámica y con impresionantes vistas de la ciudad. El edificio tiene además un bonito claustro y una de las bibliotecas más antiguas de Latinoamérica.
Recorrer La Ronda
Nace de las ciudades amuralladas españolas y durante muchos años fue un lugar peligroso y poco recomendable. Hoy, engalanada con farolillos de colores, busca seducir al turista con sus restaurantes, sus talleres artesanos y sus dulces. Merece la pena visitar la tienda de miel de natural, el taller de orfebrería de se Germán Campos o el de peonzas y yoyós de Zabalartes.
Encargar un sombrero de paja toquilla
O lo que es lo mismo, sombreros Panamá, que no son de ese país sino de aquí, solo que a Churchill se le ocurrió vestir uno en la inauguración del Canal y ya se quedaron con el nombre. La diferencia, como en casi todo, está en el tamaño, en este caso el de los nudos, que, hablando con propiedad se llama el grado. Cuanto más pequeños (y por ende más nudos) más calidad. El máximo que se hace aquí es de 62 y pueden costar hasta 25.000$.
Hacerse una “limpia” en el Mercado de San Francisco
El más antiguo de la ciudad. Es un espectáculo de color, sobre todo en lo que se refiere a la fruta, con mil y una variedades de ejemplares exóticos y diferentes tipos de patatas… Pero una de sus mayores peculiaridades son las “limpias” que realizan con plantas medicinales las santeras, mezclando sabiamente flores y hojas de eucalipto, saúco, chilca o rosas; así como los rituales para curar distintas dolencias de cuerpo y espíritu. A los niños les quitan “el espanto” (un miedo que se les ha quedado grabado) y a los mayores el mal de ojo. Da yuyu, pero hay que hacerlo.
Poner un pie en cada Hemisferio
A media hora del norte de la ciudad se encuentra el complejo Mitad del Mundo, dedicado a esta curiosa circunstancia que tiene la ciudad que es la de encontrarse en plena línea equinoccial, pintada en amarillo, que, por supuesto, es el lugar preferido para hacerse el selfie del viaje.
Subir al teleférico
Para obtener las mejores vistas de la ciudad no hay mejor opción que el teleférico. Parte desde los 2.950m hasta llegar a los 4.050m, con lo que es uno de los más altos de todo el continente. En días claros se pueden ver las cumbres de los volcanes Cayambe, Antisana y Cotopaxi. Una vez arriba se pueden emprender caminatas, atreverse con el parapente o dar un paseo a caballo.
Patearse el casco histórico
Quito fue la primera ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por su casco histórico colonial, que ocupa 48 hectáreas y varios barrios, como la Loma Grande, San Marcos, San Francisc... Presume de tener “40 iglesias y capillas, 16 conventos y monasterios con sus respectivos claustros, 17 plazas, 12 patios de conventos y refractarios y 12 museos”. Si hay que elegir: la iglesia de La Compañía de Jesús, la basílica, la catedral, la Plaza Grande y las calles García Moreno, Guaragua, Ronda, Junin y Sucre.
Capilla del Hombre
En una ciudad con tantas iglesias dedicadas a Dios, hay también un templo construido para honrar al hombre. Es la obra del artista más internacional de Ecuador, Oswaldo Guayasamín (autor de los murales del aeropuerto de Barajas, en Madrid, o de la sede de la UNESCO en París) y pretende ser un homenaje al dolor de las culturas indígenas de América.
Marcha en La Mariscal
Es el barrio del centro Norte, conocido como “la zona”, el primero que se construyó, más allá del casco histórico. Allí están muchos de los hoteles, restaurantes y discotecas de la ciudad entre casas neocoloniales. Su centro neurálgico es la Plaza Foch, donde se viven las noches más animadas de la capital. Entre los imprescindibles en la zona está el Museo Mindalae, centrado en la cosmovisión andina y el Mercado Artesanal.
Parque de las Comidas
Desde las 18 a las 6h está abierto este recinto con los puestos (la versión de siempre de los food trucks, exenta de todo glamour) donde se vende típica comida ecuatoriana: morochos, empanada, caldo de gallina, yagualocro, caldos de fin de mes…