Muere una anciana esperando una ambulancia tras caerse en la calle
La víctima se hizo una herida en la cabeza que sangraba abundantemente El vehículo sanitario tardó en llegar al lugar 45 minutos, según los vecinos
Una mujer de 84 años murió desangrada en una calle de Aracena (Huelva) después de que estuviera alrededor de 45 minutos esperando una ambulancia que la atendiera de una herida en la cabeza que se había hecho al caerse. Los hechos, según informaron fuentes municipales, tuvieron lugar en la mañana del pasado martes, cuando la mujer, que hacía a diario el mismo recorrido por una calle muy empinada de la población, concretamente una callejuela empedrada y sin aceras que se sitúa entre el Teatro Sierra de Aracena y el Hotel Los Castaños, sufrió una caída.
Los vecinos que estaban por la zona salieron en su ayuda y, ante la importancia que a simple vista parecía tener la herida, ya que sangraba abundantemente, no se atrevieron a moverla del lugar y llamaron a los servicios sanitarios, aunque la ambulancia no llegó hasta pasada casi una hora. Fuentes del sindicato de técnicos de ambulancia (Asites) precisaron ayer que en la zona solo existen dos vehículos y que en el momento de ser requeridos para este caso se encontraban ocupados, uno atendiendo una emergencia en Higuera de la Sierra y el otro realizando un traslado hospitalario. Los vecinos que trataron de socorrer a la anciana, según ha avanzado el digital Diario de Huelva, también acudieron al centro de salud y trataron de recurrir a la Policía Local, pero no lograron que nadie pudiera ayudarlos.
Cuando la ambulancia llegó al lugar en el que se encontraba la mujer accidentada, solo pudieron certificar su muerte. Entre los vecinos presentes junto a la mujer se encontraba uno de sus sobrinos que tuvo que asistir impotente a la muerte de su familiar. Finalmente, y una vez certificada la muerte de la mujer, acudía al lugar el juez para proceder al levantamiento del cadáver. El caso acabará casi con toda seguridad en el juzgado. Algunos de los vecinos recordaban a pie de calle que no es el primer caso parecido que sufre la localidad y lo achacaban a la deficiencias «crónicas» del transporte sanitario.