Bruselas da el primer paso para tumbar las cuentas italianas a causa del déficit público
El vaso de Italia ha acabado desbordándose y la Comisión Europea ha dicho «basta». El desfase en el déficit público previsto por el Gobierno italiano en sus presupuestos del 2019 triplica el objetivo prometido a la Unión Europea (UE), algo que «no tiene precedentes en la historia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento». Un hecho grave que ha llevado al Ejecutivo comunitario a remitir una carta de advertencia extremadamente dura. Si Roma no rectifica en tres días, para el 22 de octubre, Bruselas podría terminar tumbando por primera vez en la historia las cuentas de un país de la Eurozona.
La preocupación de Bruselas es tal que el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, se desplazó ayer a Roma para entregar en mano la misiva al ministro italiano, Giovanni Tria. «Sin entrar en una discusión sobre las políticas que el Gobierno elige legítimamente, la intención de aumentar el gasto público llevando el déficit hasta el 2,4% del PIB sigue siendo objeto de preocupación para la Comisión y muchos estados miembros», recordó Moscovici durante una comparecencia conjunta posterior sobre el borrador diseñado por la coalición de gobierno, formada por la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas.
Entre los países de la Unión Europea que se quejaron destaca uno muy especialmente: Holanda. Su primer ministro, Mark Rutte, aprovechó el Consejo Europeo celebrado el pasado otoño para trasladar directamente a su homólogo italiano la preocupación por las cuentas italianas y para pedir a la Comisión que actúe de acuerdo a las reglas. El conflicto no acabó estallando y secuestrando la cumbre de la eurozona celebrada ayer en Bruselas y en la que se abordaron las reformas pendientes, pero el asunto sí terminó colándose en la agenda.