El frenazo hipotecario del Tribunal Supremo
No es una anécdota que ayer viernes los simuladores de los bancos se colapsaran después de que el Tribunal Supremo (TS) anunciara en un comunicado que detenía la aplicación de la sentencia que, cambiando la doctrina en vigor, establecía que son los bancos los que tienen que pagar el impuesto sobre actos jurídicos documentados (AJD) en la firma de las hipotecas, y no los clientes.
La decisión del presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, Luis María Díez-Picazo, de dejar en suspenso las consecuencias del fallo porque suponen «un giro radical en el criterio jurisprudencial hasta ahora sustentado y habida cuenta su enorme repercusión económica y social» ha creado una situación de indefinición jurídica, ya que hasta que se pronuncie el pleno de la Sala Tercera las próximas semanas, ¿quién pagará los impuestos en las hipotecas que se firmen en España? Las comunidades autónomas, receptoras de ese impuesto, deberán afrontar la renuencia de los administrados o abrir una suerte de periodo de carencia hasta que se aclaren las cosas.
La sentencia del jueves causó una caída de la banca en la bolsa. En sentido contrario, el frenazo del viernes se vio acompañado de una subida de las acciones de los bancos, que ya estaban buscando la fórmula de trasladar el aumento de costes a las con-