Una comedia brillante
el público. Esto está bien y además se consigue.
Todo el texto está cargado de diálogos cómicos, mordaces y absurdos que forman a columna vertebral de la puesta en escena. Humor que lleva a la reflexión hacia las referencias que se hacen sobre las distintas clases sociales, al machismo, o las paradojas sobre la religión. Para recordar quedan escenas como la presentación, en la que se reflejan las clases sociales, la llegada de los Reyes Magos sobre camellos y cómo cada uno de ellos llama con nombre distinto al niño que va a nacer, o la figura de este Jesucristo, más que despistado, entre otras.
Sin duda, la escena más esperada por el público es la carrera de cuadrigas que en esta puesta en escena resulta espectacular. Yllana utiliza una escenografía de cine a través de lo que denomina teatromascope que unida a imágenes proyectadas en 3D y al mimo de los actores consigue hacer brillante y vibrante esta escena.
Los actores tienen complicidad con el público al que hacen subir para remar en las galeras en esta comedia en la que los personajes no tienen nombre y en la que los actores interpretan más de un papel. Comedia disparatada cargada con un gran mensaje social, claramente feminista, en la que no hay un solo personaje principal de la historia de la novela de Lewis Wallace que sea claramente heterosexual, lo que lleva a un más que divertido final gay con mucha pluma.
H