Los precios bajaron en el 2020 un 0,3% por el derrumbe del consumo
Fernando Lara advierte del efecto en las retribuciones ligadas al IPC
La tasa negativa afecta a subidas de salarios
El IPC (Índice de Precios de Consumo) registró el pasado diciembre en Córdoba un descenso anual del 0,3% con las mayores caídas en el transporte (-4,5%) y las comunicaciones (-4,1%), según la información publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística.
De este modo, también anotaron descensos anuales el ocio (0,5%), las bebidas alcohólicas y el tabaco (-0,6%), y los muebles y artículos para el hogar (-0,1%). En cambio, las mayores subidas se dieron en el apartado de la vivienda, el agua, la electricidad, el gas y otros combustibles (2%); los alimentos y bebidas no alcohólicas (1,4%), y el vestido y el calzado (1,1%). En el conjunto del año, el
IPC se redujo un 0,3% en Córdoba, mientras que la variación mensual fue negativa, con un -0,1%, debido, principalmente, a los precios del vestido y el calzado (2,2%); las bebidas alcohólicas y el tabaco (-1,8%), y los alimentos y bebidas no alcohólicas (-1,1%).
Hay que remontarse al ejercicio 2015 para encontrar una tasa de variación anual negativa en el IPC cordobés, que aquel año bajó un 0,1%. El descenso del 2020 es el tercero de la década, pese a la anterior crisis económica, y estaría influido por el impacto que la pandemia de coronavirus está teniendo en la economía.
En este sentido, el economista y profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Córdoba Fernando Lara relacionó ayer la evolución del índice general «con la caída del consumo y el parón económico» motivado por la crisis sanitaria, aunque también recordó que «llevamos un periodo largo de inflación contenida» en referencia a años anteriores. Consultado por la leve mejoría del mes de diciembre, cuando la tasa se redujo un 0,6% anual, frente a noviembre, cuando cayó un 0,6%, aludió al aumento de actividad motivado por distintos factores como la percepción de pagas extra y el gasto en las fiestas navideñas. Acerca de la posibilidad de que la caída de precios afecte al consumo, también indicó que «estamos tomando las decisiones de compra en función de nuestras necesidades y de la incertidumbre, creo que estamos bastante conservadores», admitió, apuntando que «incluso podemos aplazar decisiones de compra pensando que los precios van a seguir bajando». Lara manifestó que una tasa negativa del IPC podría afectar a las retribuciones vinculadas a su evolución, dependiendo de lo negociado en convenios. Por último, comentó que, dependiendo de la cesta de la compra, los ciudadanos se pueden ver perjudicados por la subida de los precios de productos como la electricidad, mientras que las bajadas de otros como el ocio pueden no beneficiarles.
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