Alianza poco común
La relación entre el presidente y el primer ministro portugués es una de las mejores desde la llegada de la democracia entre miembros rivales
Las diferencias ideológicas entre el primer ministro de Portugal, el socialista António Costa, y el presidente de la República, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, han pasado prácticamente desapercibidas en los casi cinco años que ambos llevan compartiendo el poder. Y la estrategia está dando sus frutos: Costa mejoró sus resultados en las legislativas del 2019 en detrimento del conservador Partido Social Demócrata (PSD), y todo apunta a que el actual jefe de Estado obtendrá una amplia victoria en las presidenciales del próximo 24 de enero gracias a la simpatía que ha generado en el electorado socialista.
Muestra de esa simpatía es la decisión del Partido Socialista (PS) de no apoyar oficialmente ninguna candidatura, a pesar de que una de las aspirantes a la presidencia de la República es la exeurodiputada socialista Ana Gomes. El primer ministro Costa es consciente de la diversidad de opiniones en su partido y en el Gobierno, y prefiere no generar una batalla interna en sus propias filas. Pero a pesar de que Costa ha querido mantener la imparcialidad, él mismo ha dejado entrever en algunas ocasiones su deseo de que el actual presidente renueve en el cargo.
El acercamiento ha sido posible gracias al viraje al centro de los dos líderes políticos. «Rebelo de Sousa es un presidente elegido por el PSD pero muy próximo al centro político, mientras que el Gobierno socialista también ha tenido una política centrista, a pesar de contar con el apoyo parlamentario de los partidos de izquierdas», asegura el politólogo e investigador de la Universidad de Lisboa António Costa Pinto. Muestra de ese giro al centro del Ejecutivo es el reciente rechazo a los presupuestos del Bloco de Esquerda, uno de sus principales aliados.
Una ruptura que dificultará lo que queda de legislatura al Gobierno socialista.
Ascenso extrema derecha
En el lado conservador, la ruptura también es evidente. Los sondeos apuntan al ascenso del candidato de extrema derecha, André Ventura, hasta la segunda posición en las presidenciales gracias al discurso beligerante con el actual presidente, al que acusa de entregarse al Gobierno socialista. Unas críticas que también han hecho públicas miembros del PSD, que piden al presidente que sea más exigente con el Ejecutivo. Rebelo de Sousa, sin embargo, se ha mantenido firme en su apuesta por la estabilidad política. El previsible segundo mandato de Rebelo de Sousa podría suponer algunos cambios en su posición respecto al Gobierno. El politólogo de la Universidad se muestra convencido de ello.