Un correo electrónico desata el caos en la vacunación del Ejército
Electricistas del hospital Gómez Ulla reciben la dosis antes que los sanitarios Solo un 38% de la plantilla del centro ha sido inoculada, frente al 70% de otros
«De orden del General Director: Existiendo disponibilidad de vacunas para la Covid 19 superior a la prevista el día de hoy y con fecha de caducidad mañana, se solicita a todo el personal que desee vacunarse acuda a Salud Laboral...». Así de perentorio se expresaba un correo electrónico enviado por la dirección del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid el 18 de enero, y al que ha tenido acceso este diario. Ese mensaje fue el inicio de un episodio de desbarajuste por el que numerosos sanitarios de ese hospital clave para el Ministerio de Defensa se han quedado sin vacuna... hasta que haya viales.
En el Gómez Ulla ya han sido vacunados el personal de mantenimiento, el de oficinas y otros sin cometidos médicos, pero aún numerosos sanitarios de primera línea de lucha contra el covid no han recibido su dosis.
La explicación que el centro ha dado a médicos y enfermeros aún no inmunizados es que no hay suficientes vacunas. Solo un 38% de la plantilla del hospital está ya vacunada, según cálculos del sindicato de enfermería SATSE-MADRID. Eso supone 836 profesionales vacunados de un total de 2.200. En el resto de hospitales de Madrid se alcanza el 70% de media.
La situación afecta a personal de urgencias, laboratorios, quirófanos, cardiología, uci y otros servicios de trato directo con enfermos de covid. Médicos, enfermeras y auxiliares que los días 19, 20 y 21 acudieron a vacunarse previo llamamiento de su hospital y se volvieron con una negativa y un encogimiento de hombros.
El lunes 18 de enero, a las 9 de la mañana, el personal fue alertado por el email de la llegada de una partida de vacunas. El martes 19, los sanitarios del Gómez Ulla supieron que el Hospital 12 de Octubre de Madrid había enviado una remesa de viales de Pfizerbiontech porque habían sobrado. A la remesa, ya descongelada, le quedaban solo horas de vigencia.
Por eso la dirección había enviado un email a la plantilla «con un llamamiento a vacunarse sin priorizar sanitarios sobre personal que no tiene contacto con los enfermos», relatan fuentes del centro. Hecho el llamamiento, se pusieron primero en la fila quienes pudieron ir a vacunarse antes. «Es más fácil dejar un papel que estás formalizando que dejar de pronar a un enfermo que no satura», explica gráficamente un enfermero del hospital. Se quedaron atrás sanitarios que en ese momento estaban trabajando.
El jueves 21, a 24 horas de que trascendiera la vacunación del Jefe del Estado Mayor de la Defensa, en el mayor hospital militar del país las vacunas se habían agotado ya. Tras el aviso general para vacunación «hubo mucho desorden – relata uno de los profesionales sanitarios afectados–. No te enterabas de que ya no había vacuna para ti si no preguntabas». El caso se asemeja a la escasez de vacunas que se vive en diversos puntos de la red de salud para civiles: de repente se agotó el suministro. Y han quedado afectados, entre otros, un cardiólogo y una cardióloga de los de «primera llamada»,a quienes se avisa de urgencia si un enfermo covid entra en parada cardiorrespiratoria.
Esperan también vacuna enfermeros de la uci, seis de urgencias, y facultativos y cirujanos de otros servicios. A algunos se les comunicó que ya no había vacunas tras dos horas en vilo.
Pero ya habían pasado ante la jeringuilla personal electricista, un fontanero y otros miembros de servicios de mantenimiento, oficinistas, contables e incluso –relatan las mismas fuentes– administrativos del departamento de codificación, el que contabiliza y cobra servicios al sistema de salud, cuyo trabajo de despacho no implica contacto con los enfermos. También miembros de servicios anejos al hospital y no implicados en atención médica directa, como el instituto de Medicina Preventiva de las Fuerzas Armadas o el Instituto de Toxicología de Defensa.
Ahora, los no vacunados esperan alguna remesa procedente de la Comunidad de Madrid. «Es el gobierno de Madrid el que nos suministra –indica una de las fuentes del hospital consultadas–, pero ahora parece que están dando prioridad a conservar viales para segundas dosis». O sea, que la remesa podría tardar más.
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