Alarma por la falta de vacunas
Se adelantará la inmunización de los mayores de 80 años a la de algunos profesionales sanitarios Pfizer y Moderna ralentizan la entrega, mientras Astrazeneca suministrará menos de la mitad
El plan de vacunación, la mayor esperanza para acabar con la pandemia de covid-19, pende en estos momentos de dos hilos: la llegada de las vacunas y la mayor o menor expansión del virus, que a su vez depende de la propagación que está experimentando la cepa británica. De hecho, en la última actualización de la estrategia de vacunación en España, los técnicos han propuesto inmunizar a los mayores de 80 años que no viven en residencias por delante de los profesionales sanitarios que no están en contacto directo con pacientes con covid, lo que se denomina primera línea. La situación epidemiológica es tan grave que «conviene priorizar el criterio de mortalidad frente al de contagios», explicó Federico de Montalvo, presidente del Comité de Bioética y uno de los expertos que forman parte del grupo de trabajo creado para poner en marcha y revisar el plan de inmunización.
La estrategia de vacunación en España no marcaba cuándo comenzarían a vacunarse los mayores de 80 años que no viven en residencias, aunque los cálculos iniciales de Sanidad eran en torno a marzo. El documento establece ahora que se empezará «en el menor plazo de tiempo posible» y, dado que cada comunidad autónoma ha seguido su propio protocolo, es posible que no se comience en todos los sitios al mismo tiempo, salvo que las autoridades quieran lanzar un mensaje de coordinación y esperanza y decidan acordar el inicio de la inmunización a los ancianos que viven en sus propios domicilios.
Sin embargo, para algunas autonomías alterar ahora mismo el plan de vacunación es difícil por una sencilla razón: no hay reservas de vacunas. Además de los retrasos ya anunciados de Pfizer, Andalucía no ha recibido esta semana las 8.900 dosis comprometidas por Moderna, ni Cataluña las 8.500 que esperaba.
Incertidumbre es la palabra. «Todo depende de la situación epidemiológica, de cómo evolucione esta ola, de la velocidad de avance de la cepa británica, de la llegada de dosis...», comenta De Montalvo. Y es que la llegada de vacunas sufrió la semana pasada un frenazo con el envío de un 44% menos de viales por parte de Pfizer, a lo que hay que añadir retrasos por parte de Moderna y el demoledor anuncio de Astrazeneca de que suministrará este trimestre 31 millones de dosis a la UE, y no los 80 millones comprometidos, salvo que las presiones de las autoridades comunitarias hagan efecto.
La llegada de las dosis de esta última farmacéutica (que ha desarrollado su vacuna en colaboración con la Universidad de Oxford) iba a ser el gran impulso de los planes de vacunación, ya que se trata de una fórmula mucho más asequible, tanto desde el punto de vista logístico como de precio, que las dos ya existentes en el mercado. Con estos imprevistos, subraya De Montalvo, el comité de vacunación ya contaba, y por eso no se comunicó el orden en el que se vacunará a todos los españoles, divididos en 15 grupos.
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