La UE se solivianta por el incumplimiento
El recorte en las dosis de la vacuna contra el covid que Astrazeneca distribuirá entre los Veintisiete este primer trimestre -solo el 25% del volumen comprometido- ha disparado las tensiones con la UE y amenaza con desatar una guerra con la farmacéutica. Las explicaciones de la empresa no han satisfecho a la Comisión Europea, que reclama el envío de vacunas desde las dos plantas ubicadas en el Reino Unido y que haga público el contrato confidencial firmado con la UE. La empresa desveló el viernes una reducción importante en el suministro alegando problemas de rendimiento de la fábrica de Bélgica. Un anunció que desató el enfado y la indignación en la UE por la repercusión para las campañas de vacunación, en plena tercera ola de la pandemia, y por temor a un desvío de las vacunas producidas con fondos europeos hacia terceros países.
Representantes de la empresa y de la UE mantuvieron el lunes dos encuentros de emergencia para buscar soluciones, pero fueron infructuosos y se convocó una tercera reunión para ayer. Unas declaraciones del consejero delegado de la farmacéutica, Pascal Soriot, encendieron más los ánimos. En una entrevista, explica que el contrato con la UE, que «no es un compromiso contractual» sino un compromiso de realizar «el mejor esfuerzo», se firmó tres meses después que el del Reino Unido, por lo que los británicos tienen preferencia. Una lógica que la Comisión rechaza. «Puede funcionar en una carnicería de barrio pero no en contratos y desde luego no en nuestros acuerdos de compra anticipadas», advirtió la comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides. El contrato no incluye ninguna cláusula que dé prioridad a Inglaterra.
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