Moreras clama ayudas
La asociación vecinal anuncia movilizaciones
El penúltimo capítulo de la problemática endémica que representa la barriada de Moreras se dio ayer, cuando la presidenta de la asociación vecinal La Palabra, Ana Sánchez, anunció que el próximo martes, 2 de febrero, a las 10.00 horas, los vecinos del barrio cortarán la carretera de Trassierra como forma de protesta por los problemas que sufren, «tanto por la crisis como por otros que llevan arraigados muchísimo tiempo». La presidenta de la asociación vecinal reivindicó la protesta como «una manera de que las administraciones nos hagan un poquito de caso, porque se tienen que implicar en el barrio porque, si no, Moreras no tiene solución», criticando que hasta ahora se han limitado a «poner un parche por aquí y un parche por allá».
«Estamos abandonados y nadie se preocupa de lo que pasa aquí», criticó Sánchez, que aseguró que «cada día estamos peor, dejados de la mano de Dios». Además, Sánchez avisó de que «con la pandemia» los problemas se han agravado, porque «la gente vive como puede, de trabajar en casas, de hacer rifas, de buscar chatarra» y con el confinamiento «no se puede salir de Córdoba y el empleo es fundamental». Asimismo aseguró que «familias enteras, con jóvenes, están viviendo de los 400 euros que cobran los mayores».
Un paseo por Moreras solo muestra la punta del iceberg. A sus 52 años, Francisco explica que «nací aquí y me tuve que ir a trabajar a Málaga», aunque entiende que la necesidad perentoria es «con la gente joven, tienen que hacer algo con ellos», porque «no hay trabajo», y también con los servicios sociales. «Mi madre es mayor y con esto de la pandemia está encerrada en cauna sa, no sale para nada».
Todos los consultados centran el foco en el problema de salubridad y de limpieza. «Ratas, basura y mosquitos», aunque también la inseguridad. Rosa, que regenta tienda a pocos metros de la carretera de Trassierra reconoce que ha sufrido en el último año hasta cinco intentos de robo. «Han caído las ventas con la crisis, pero el barrio está mucho peor en los últimos años. Este era un barrio obrero y ahora ha cambiado a peor un cien por cien», asegura.
Sonia es un caso sintomático. «He nacido y me he criado aquí y ahora, cuando vengo al barrio, tengo miedo», señalando que una zona concreta de la barriada, Las Pirámides, es causa de conflicto. «Con una paga de 430 euros me vi con tres hijos y durmiendo en una furgoneta, así que me metí okupa en otro barrio», aunque regresa al lugar donde vivió más de tres décadas, con los suyos. «Pagando por okupar, ¿eh?», advierte, remarcando que hay negocio en todo.
Moreras pide ayuda a través de la protesta. Por su parte, el Ayuntamiento aprobó el pasado 30 de diciembre el Plan de Transformación de Zonas Desfavorecidas, destinado al Distrito Sur y los barrios de Las Moreras y Las Palmeras, que busca, en un convenio con Loyola, paliar los efectos de la pandemia. ☰