El reloj de Las Tendillas, 60 años dando la hora
El 29 de enero de 1961, cientos de cordobeses y figuras emblemáticas como Matías Prats o el alcalde Antonio Cruz Conde inauguraron el carillón más flamenco del mundo
El popular reloj de Las Tendillas, en el centro de Córdoba, cumple hoy 60 años. El 29 de enero de 1961, a las doce en punto, en un multitudinario acto inaugural, se puso en marcha el icónico reloj, que ha venido a poner, además, una banda sonora puntual cada hora al corazón de la ciudad con los acordes de la guitarra de Juan Serrano.
Cuando Pepe, aún adolescente, trabajaba en la esquina frente al edificio coronado por el reloj de Las Tendillas, nunca imaginó que décadas después viviría bajo el son flamenco de aquella asombrosa guitarra que escondía el nuevo reloj en sus entrañas. Junto a su esposa, Loli, lleva 16 años disfrutando de sus acordes. Algo que para ellos, sin duda, «es una joya».
Es un 29 de enero de 1961. En la Plaza de las Tendillas los cordobeses se reunieron en torno a las 12.00 para, entre gritos y aplausos, dar la bienvenida al nuevo símbolo. La emoción y el júbilo de los vecinos aumentó cuando el carillón tocó los breves sones, compuestos por Antonio Valero, que emanan de la guitarra flamenca de Juan Serrano. Y la voz de Matías Prats dio la bienvenida al nuevo monumento de la ciudad con un «y mejores no hay», el eslogan de Philips, encargada de diseñar y financiar tal mecanismo, como explica el historiador Manuel García Parody. A partir de entonces, el reloj más flamenco del mundo formó parte de la vida cordobesa.
Pepe lo recuerda como un acontecimiento muy especial. Y la fascinación que él sentía como relojero, la percibía también en el resto de vecinos y en los turistas que, durante los años posteriores, se dejaron embelesar por los acordes de la música popular. Unos días antes, cuenta García Parody, en las páginas de Diario CÓRDOBA, el periodista Manuel Medina González lo bautizó como Felipe en un artículo titulado ‘Cantinela de invierno’.
Algunos visitantes, cuando paseando se sorprendían por un sonido flamenco, buscaban con la mirada su origen, cuenta Pepe. Custodiado por la representación de dos maceros municipales, el mecanismo alzó su música para robar cierto protagonismo entre los visitantes a la Mezquita. Según relata García Parody, los turistas preguntaban «¿Y dónde está el reloj que toca la guitarra?». Ahí está, en lo más alto de Las Tendillas, desde hace ya 60 años, poniendo el acento andaluz a la vida de Córdoba. Ahí sigue, con su cantinela un invierno más. ☰