Los vecinos no pararán

Los vecinos no pararán y reivindicarán limitaciones a las salas de juego ante todas las administraciones. Así lo manifestó ayer el presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales Al-zahara, Antonio Toledano, después de conocer que Urbanismo para la innovación de PGOU.

Toledano asegura que la federación «ha hecho el trabajo que debía», con el que logró una moratoria de un año, que después se prorrogó, para que en ese tiempo no se concedan más licencias, y, ahora, después de los informes de Junta y Subdelegación, «nos queda pedir un acuerdo unánime en el Ayuntamiento para exigir a la Junta y al Gobierno que modifiquen las normas» para «aminorar el impacto de las salas de juego». Toledano recuerda que con un acuerdo unánime en el Pleno se inició el camino para empezar la innovación que ahora ha quedado parada. «Ahora, Gobierno local y oposición deben mover ficha con Junta y Gobierno», asevera. A su juicio, «tanto Junta como Gobierno deben ser más sensibles con la problemática que hay». Según indica, sus reivindicaciones irán por la misma línea que las dirigidas al Ayuntamiento, es decir, que no haya salas de juego a menos de 500 metros de colegios. La federación solicitará una reunión con el delegado del Gobierno, Antonio Repullo, para abordar el problema, y está a la espera de otra con Urbanismo.

Por su parte, a la APROCOMAR/

Asociación Provincial Cordobesa de Operadores de Máquinas Recreativas (Aprocomar), que presique de Mariano Lambert, no le parece «ni bien ni mal» que Urbanismo descarte continuar con la innovación del PGOU. A Aprocomar no le pillan por sorpresa las respuestas de Junta y Gobierno, ya que desde hace tiempo lleva defendiendo que «Urbanismo no tiene potestad» para regular en materia de juego, sino «la Junta», tal y como alegó a la innovación de PGOU.

La asociación vive momentos de incertidumbre. A pesar de que la innovación acaba, sabe que la Junta prepara un reglamento nuevo que traerá cambios, entre ellos, en las distancias. A esto se suman los efectos de la pandemia. Según Lambert, muchos empresarios «están perdiendo dinero» y cree que habrá negocios que no sobrevivan. «Hay gente a punto de tirar la toalla», explica.

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