«Hemos desarrollado observatorios astronómicos de bajo coste»
FRANCISCO ESPARTERO ECS Engineerign & astrophysics
El baenense Francisco Espartero es un ingeniero industrial doctor en Astrofísica que dirige la empresa ECS Engineering & astrophysics, con sede en Alcalá la Real (Jaén). En 15 años ha conseguido convertirse en un referente en un mercado que está emergiendo con especial intensidad. Su empresa vende observatorios astronómicos en distintos países europeos. Hoy día exporta tecnología con sello cordobés.
–¿Cómo llega una empresa pequeña a trabajar con la Agencia Espacial Europea?
– Apostamos por lo que sabemos, por la astronomía y la astrofísica. Los trabajos que se hacen para la Agencia Espacial Europea no son de concurso público, la Agencia busca empresas en Europa, asesoramiento o apoyo para proyectos que ellos tienen. Durante mi etapa en Madrid tuve contactos con gente de la Agencia a través de la Universidad Complutense y a partir de ahí hay una relación interesante de compartir ideas, de apostar por innovar en proyectos. Y fruto de esa colaboración salió el poder trabajar con la Agencia Espacial Europea.
¿En qué consiste esa colaboración?
– Es un proyecto que se llama Cesar Astronomy Observatory, que hay en todos los países que forman parte de la agencia, pero que se ha ubicado momentáneamente en Madrid. Es un proyecto para formar a profesores de Secundaria. En ese proyecto se propuso un observatorio específico con dos telescopios, para poder compartir imágenes con los profesores de secundaria. A partir de ahí se decidió construir un observatorio adaptado a este proyecto. No es un observatorio típico de una cúpula, sino uno muy específico con un techo corredizo en el que se pudieran albergar estos telescopios y, sobre todo, que se pudiera controlar de forma robótica para que cualquier país miembro de la Agencia Espacial Europea o centro de divulgación, instituto o universidad tuviera acceso remoto a través de internet a estos telescopios o al propio observatorio. Esta colaboración empezó hace casi cinco años, son proyectos largos en el tiempo y hemos tenido la suerte de entrar ahí, un proyecto que se hizo hace año y medio. Fue bastante interesante y satisfactorio.
Pero además exporta tecnología robótica.
– Nuestra empresa empezó hace un par de años a desarrollar unos observatorios astronómicos de bajo coste para poder satisfacer el mercado cada vez más emergente de astrónomos aficionados que se pueden permitir telescopios y sistemas de detección de alta gama. Adquieren este tipo de instrumentación pero no tienen un observatorio que los pudiera albergar. Nosotros vimos un filón de mercado. Los observatorios astronómicos low cost permiten realizar observaciones astronómicas robóticas, con un sistema muy simple e innovador, basado en diseños de observatorios, que permiten enviarlos desmontados a cualquier lugar, de forma que el propio cliente lo puede montar en su casa o parcela. Contamos con distribuidores en Italia, Alemania, Reino Unido y hemos empezado a exportar porque tenemos cierta demanda. Para nosotros es un orgullo poder vender tecnología andaluza y cordobesa a los países que siempre han presumido de ser los más relevantes en cuestiones de avances tecnológicos.
Su empresa es de ingeniería aplicada al diseño, construcción y automatización de observatorios astronómicos. ¿Qué servicios ofrece?
– Nuestro mercado empezó básicamente con administraciones públicas, pero al ir desarrollando productos nuevos nos hemos dedicado también al sector privado, del aficionado, de pequeñas universidades, centros de investigación que también pueden y quieren tener su dotación de pequeños observatorios. La propia robótica permite que puedas tener un centro de investigación, por ejemplo, en el sur de España y que puedas manejar tu observatorio con una conexión a internet desde Australia o Estados Unidos. Ahí sí que hay un mercado muy interesante.
También apuesta por el astroturismo. ¿Cualquier lugar es válido?
– No. En el astroturismo nosotros somos una empresa colaboradora con la fundación Starlight, una certificación que te da un sello de calidad avalado por la Unesco que viene a decir que tienes un cielo específico y muy bueno para la observación. Estos sitios se están identificando para montar observatorios, pero con una especial apuesta por el tema del astroturismo, ya que es un turismo de naturaleza y de calidad. En España hay unos sitios espectaculares.
Baena lleva años apostando por el turismo. ¿Cree que Torreparedones puede ser un buen lugar para observar las estrellas?
– Torreparedones, junto con la Torre Morana, son sitios fabulosos por las vistas. Torreparedones tiene dos o tres localizaciones muy interesantes, lo que ocurre es que hay que tener la prudencia de si Cultura quiere dejar que se monte allí algo. Sin embargo, la Torre Montecillo o Torre Morana es un sitio con unas vistas fantásticas, con buen acceso y visibilidad.
En Córdoba tenemos una reserva Starlight en Los Pedroches. ¿Qué zonas del sur de Córdoba serían candidatas a Starlight?
– La Subbética es una zona primordial y espectacular. No está certificada pero se puede hacer por municipios o por zonas. Baena debería apostar por la certificación Starlight.
En su labor divulgativa, además de dar cursos de formación, también ofrece charlas sobre ciencia. ¿Qué mensaje les transmite a sus oyentes?
– Doy charlas en los institutos y me gustaría dar alguna en el Luis Carrillo de Sotomayor de Baena, que es donde yo me formé. Aparte de hablar de los proyectos que hacemos, en las charlas les digo que la astrofísica, la ciencia no es difícil, no es complicada, simplemente tiene que gustarte y necesitas mucho trabajo, pero también mucha ilusión y muchas ganas y se puede llegar adonde tú quieras. En nuestra tierra tenemos que ser conscientes de que tenemos valores importantes y podemos llegar adonde nos dé la gana, pero nos lo tenemos que creer.
«Trabajar con la Agencia Espacial Europea ha sido interesante y satisfactorio»
«Vendemos tecnología andaluza y cordobesa a países como Alemania»
Recomiende un lugar del mundo para observar el cielo.
–Mi pueblo, Baena. Tenemos la Denominación de Origen del aceite de oliva y del vino y nos falta aún la del cielo.
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