75 años monumental
Manolete inauguró en 1946 el coso de México DF, el más grande del mundo, en un histórico cartel que compartió con Luis Castro ‘El soldado’ y Luis Procuna
De todos es conocida la enorme afición a la fiesta de los toros que existe en Hispanoamérica, y en especial en México. Desde tiempo inmemorial, la capital del estado contó con plazas de madera que se desmontaban una vez concluidos los festejos. Eso sucedió hasta 1788 en que se levanta el primer coso permanente llamado de San Pablo y que es destruido por un incendio en 1821. A lo largo de la historia, fueron varios los cosos que se sucedieron en México DF: Paseo de Colón, El Coliseo y Bucarelli... A principios del siglo XX se levantó la famosa plaza El Toreo y otra más pequeña de madera llamada Chapultepec (1902), que solo estuvo activa hasta 1907 en que fue demolida. El Toreo se inauguró incluso aún sin terminar las obras, el día 22 de septiembre de 1907. Pero la más simbólica es la Monumental. Levantada en un tiempo récord, la Monumental, de propiedad privada, fue una idea del empresario Neguib Simón, con una capacidad al completo de 45.000 a 50.000 espectadores. La mayor de todo el orbe taurino. La prisa en construirla fue para que pudiera ser inaugurada por el diestro Manuel Rodríguez Sánchez ‘Manolete’, que tantos triunfos había cosechado en repetidas ocasiones en la plaza de El Toreo.
Esta plaza, que comenzó a construirse el 1 de abril de 1944, ocupa una superficie de 1.452 m cuadrados y tiene un ruedo de 43 metros de diámetro. Fue bendecida
El de Santa Marina vestía con un terno tabaco y oro, y cortó la primera oreja de la impresionante plaza
«¿Y aquellos a qué han venido», cuentan que dijo en tono de broma Manolete al ver los tendidos llenos
por el arzobispo de México D.F. Monseñor Luis Mª Martín, quien tras la ceremonia religiosa dio la vuelta al ruedo. Desde su inauguración, al hacer el paseíllo suenan los sones del pasodoble Cielo Andaluz, compuesto por el autor español Rafael Gascón, natural de Zaragoza que estaba exiliado en México. Las esculturas que rodean la plaza se deben al escultor valenciano Alfredo Just Gimeno. El primer toro que salió al ruedo atendía por «Jardinero» y estaba marcado con el nº 33.
Una enorme expectación había levantado en toda Hispanoamérica y España la inauguración. Para la histórica fecha se eligió el día 5 de febrero de 1946 con un cartel formado por Luis Castro ‘El Soldado’, Manolete y Luis Procuna con un encierro de San Mateo. Manolete, con un terno tabaco y oro, cortó la primera oreja en esta plaza al segundo de la tarde que atendía por el nombre de Fresnillo, y Luis Procuna recibió la primera cornada. Cuentan la anécdota de que cuando Manolete estaba liado en su capote de paseo en la puerta de cuadrillas, miró hacia arriba y viendo la inmensidad del tendido y el público tan altísimo dijo: «Y aquellos a que han venido».