Por la ventana [...] Procura que cuando llegue abajo me haya matado», dije
hablé con él y su respuesta fue que yo estaba loca, que el embarazo me estaba afectando a la cabeza». La relación vivió su peor momento cuando Carrasco sorprendió a su marido besando a la joven en el local de copas en el que ella trabajaba. «Salí corriendo de allí, llorando. Me empezó a doler la barriga como si tuviera pinchazos de contracciones. Me entró un ataque de pánico. No porque me pusiera los cuernos, sino como madre, porque estaba embarazada de él», explicó. «Él vino detrás y me decía que estaba loca. Cuando le dije que quería que me llevara a casa, me dijo que me fuera andando. Y así lo hice, llorando y a las seis de la mañana», dijo. El episodio volvió a reproducirse cuando estaba embarazada de cuatro meses. «Vino Sonsoles y empezó a tontear con ella. Le dije que me quería ir y me contestó que me fuera andando. Una hora y media para llegar a mi casa con la solana», narró.
Otro capítulo de la supuesta infidelidad lo descubrió gracias a una factura telefónica desorbitada. «Había un montón de llamadas al mismo número. Y, como Sonsoles era amiga de mi prima Chayo, comprobé que era su nú
Durante
⁄ el documental, aportó una prueba que desmontaría la defensa de Antonio David en la supuesta agresión en la ventana cuando ella estaba embarazada. «Me cogió en volandas del camisón y me sacó medio cuerpo por fuera de la ventana. La barriga me daba en el borde. Giré la cabeza y le dije: Procura que cuando llegue abajo me haya matado. Y me soltó». Su exmarido ha contado siempre que ese episodio era falso, ya que en aquella ventana había rejas, algo que desmintió Rociíto sacando un papel con una declaración del cerrajero. «Esa reja se pone en el año 2010 y la prueba es esta: un certificado del cerrajero de Chipiona que puso esa reja».
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