Una de cada tres trabajadoras del hogar vive en la pobreza
Oxfam Intermón denuncia que el sector es de los más golpeados por la precariedad laboral
Más del 32% de las trabajadoras del hogar viven bajo el umbral de la pobreza en España y la situación es muy complicada para una de cada seis, que sufren pobreza severa (viven con menos de 16 euros al día), según denunció ayer Oxfam Intermón En el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, la oenegé difundió el informe ‘Esenciales y sin derechos’, donde subraya que este colectivo «es uno de los más golpeados por la precariedad y la pobreza en el mercado laboral» y que, además, los empleadores no abonan las cotizaciones del 36% de este trabajo y, por tanto, se está prestando en la economía sumergida «lo que equivaldría a 2.600 millones en salarios» y la Seguridad Social «pierde 820 millones».
De las más de 550.000 mujeres que hoy trabajan en el empleo del hogar, el 32,5% vive bajo el umbral de la pobreza, frente al 12% del conjunto de personas asalariadas, según cálculos de Intermón Oxfam. Con la pandemia, esa situación ha empeorado: en la primera ola se destruyeron tres empleos de trabajadoras del hogar por cada uno del conjunto del mercado. Así, se perdió el 8,3% del trabajo de este colectivo, frente al 2,6% del total.
«Hace un año, lo único que no paró fue el trabajo de cuidados. Pero pese a su labor imprescindible y con un valor incalculable para que nuestra sociedad pueda avanzar, no tienen legalmente reconocidos los mismos derechos que el resto de los asalariados», denuncia la responsable de políticas públicas de la entidad, Liliana Marcos. «Carecen de derechos laborales esenciales como la prestación por desempleo, la negociación colectiva y la protección por despido y la prevención de riesgos laborales».
La oenegé pide que, a la hora de reforzar el sistema de dependencia, se tenga en cuenta a las trabajadoras del hogar y que se equiparen sus derechos al del resto de personas asalariadas. «Unas 85.000 se dedican a cuidar de personas dependientes porque el sistema público no llega» por la infrainversión. Si pasaran a trabajar dentro del sistema de dependencia, el número de mujeres trabajando en asistencia domiciliaria aumentaría el 47%, cuantifica la oenegé. Para Marcos, «el sistema descansa sobre un colchón de trabajadoras baratas».
La vulnerabilidad de muchas hace que ni siquiera se cumplan los pocos derechos que tienen reconocidos. La situación ha empeorado con el covid. «Abusan más. Yo ahora estoy sin trabajo y pregunto en mi entorno: todos los trabajos son sin seguro, sin contrato, incluso en el cuidado de niños», relata María, gallega de 54 años.
En España, el 5% del total de trabajadoras son empleadas del hogar. En la Comunidad de Madrid representan el 7,5% del conjunto de trabajadoras, mientras que en Canarias y Extremadura son el 2,9% y el 2,8%, respectivamente. El trabajo del hogar sigue considerándose como un «sector refugio» para las empleadas españolas en las regiones con menos dinamismo económico, aunque más de la mitad son extranjeras. Y una de cada cuatro (70.000) están en situación irregular. Como Jessica, chilena de 53 años, 15 años como interna: «La sociedad debe entender que las internas existen en cada portal y que hay una gran deuda con nosotras. Tenemos necesidad pero no somos esclavas, tenemos derechos».
Según Oxfam Intermón, tres millones de hogares (el 16,2%) tuvieron gastos en trabajo del hogar y de cuidados en 2019 y se destinaron 7.247 millones al pago de salarios y la seguridad social. «En aquellos países donde hay una mayor inversión en servicios públicos, se desploma el número de trabajadoras del hogar y sube el de empleadas de servicios sociales. Las cifras hablan por sí solas: el 28% de las trabajadoras del hogar de la UE están en nuestro país», concluye la investigación.
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La pandemia ha destruido tres de estos empleos por cada uno del conjunto del mercado