Córdoba

Trabajo destapa 9.907 falsos autónomos en un solo año

La nueva norma para plataforma­s ataja el fraude en el ‘delivery’ pero no en el resto de sectores En el 2020, la Inspección de Trabajo tramitó 66,8 millones de euros en multas por estas prácticas

- GABRIEL UBIETO cordoba1@elperiodic­o.es

Alfonso se dedica al reparto. Una empresa le asigna los pedidos y, a través de una aplicación, le marca las rutas que debe seguir durante toda la jornada. Sale a trabajar a las siete de la mañana y no acaba hasta las nueve de la noche. Y si no reparte, no cobra. Es él quien debe costearse el vehículo, la gasolina, el teléfono móvil a través del que opera y la cuota de la Seguridad Social a final de mes. Alfonso, nombre ficticio para preservar su anonimato, es autónomo y una vez entre en vigor la nueva Ley Rider seguirá siéndolo.

La norma del trabajo en plataforma­s que prevé aprobar el Gobierno no anda un camino nuevo. Aunque sí lo hace por primera vez en camino inverso. Pues igual que ahora los riders quedarán anclados explícitam­ente en el Estatuto de los Trabajador­es como asalariado­s, en 1994 una ley excluyó del mismo a los transporti­stas de vehículos comerciale­s, como a Alfonso, que reparte para Seur. «Fue una concesión expresa al sector del transporte», recuerda el catedrátic­o de derecho del Trabajo de la UAB, Eduardo Rojo.

HORARIO A Alfonso la aplicación de la empresa le marca la ruta y el tiempo en el que tiene que pasar por cada parada. Si llega tarde, le penaliza. Si acaba el día y no ha podido entregar todos los paquetes, le penaliza económicam­ente. «Los días que vas muy apurado marcas que el cliente no estaba en casa, aunque no llegas ni a tocar el timbre. Tienes que volver al día siguiente, pero como mínimo no pierdes dinero», explica.

La furgoneta se la alquila a Seur y la ceba con la gasolina que recarga en el propia estación de la compañía. «Hasta con eso hacen dinero», cuenta. A las siete de la mañana está en el almacén cargando paquetes, a las nueve sale a repartir y a las nueve de la noche regresa a su casa. Resultado, una vez descontado­s gastos: «1.500 euros un mes bueno, 1.200 euros un mes normal», afirma. El de Seur no es un modelo muy diferente al de otras empresas del sector.

Alfonso se ha creado una cuenta de Twitter llamada «Repartidor de Seur», donde va contando detalles de su día a día, con el fin de hacer pedagogía y explicar en qué condicione­s trabaja la gente que le trae esa batidora o esa tele comprada por internet. «Desgasta mucho, cuando empecé a trabajar pesaba 90 kilos y ahora he bajado a 72», afirma. Este diario ha trasladado sus preguntas a Seur, sin recibir respuesta.

«Aquí entra y sale gente a punta pala, como no tienen que pagar finiquitos… Sigo porque necesito el dinero, tengo un hijo que mantener y una hipoteca. Ahora no encontrarí­a otra cosa, me ganaba la vida organizand­o eventos y todo eso está parado. Estoy por necesidad, como el resto de compañeros. Porque ahí quien no tiene necesidad no lo aguanta», explica.

Riders y transporti­stas aparte, la especie del falso autónomo habitaba en el mercado laboral español desde mucho antes de que las coloridas mochilas de aplicacion­es como Glovo, Deliveroo o Ubereats se convirtier­an en un habitual del asfalto urbano. Algunos incluso operan a la vista de todo el mundo. «Los tertuliano­s de los programas de televisión, por ejemplo, van cada tarde a un programa, siguen un horario fijo, con una remuneraci­ón fija y hablan de los temas que les marca la empresa… todo esto son evidencias del trabajador por cuenta ajena», comenta el abogado laboralist­a Robert Gutiérrez. En television­es autonómica­s como ETB o Televisión de Madrid ya ha habido actas de Inspección en dicha línea.

OFICIOS Los comerciale­s, los cooperativ­istas de la industria cárnica, los abogados, los practicant­es, los operarios de gasolinera y un largo etcéteras de profesione­s no ha sido ajeno a estas malas praxis. No todos estos perfiles son, per se

falsos autónomos, aunque entre ellos ha habido casos acreditado­s.

«Es una práctica relativame­nte frecuente en los últimos años. A la empresa le interesa, porque se ahorra mucho dinero. Y a algunos autónomos también les interesa, porque pagan poco de cuota y pueden negociar con la empresa una subida de sueldo. El problema viene luego, cuando el autónomo se jubila y ve que le queda una pensión mínima», explica Gutiérrez. En el 2020 la Inspección de Trabajo destapó 9.907 falsos autónomos en toda España y requirió a las empresas, entre expediente­s liquidator­ios y multas, 66,8 millones de euros.

La industria cárnica fue, hasta no hace mucho, campo de batalla en relación a este fraude. Muchas grandes empresas del sector fichaban a grandes grupos de jornaleros pero sin pagarles directamen­te el salario. No tenían paro, baja por enfermedad común o derecho a vacaciones.

Casos como el del Grupo Jorge fueron de los más mediáticos, con sanciones de seis millones de euros. La mayoría de compañías del sector se avinieron a corregir estas prácticas. Algunas, como Bonàrea, todavía emplea esta vía, denunció UGT. Unos 100 autónomos de la cooperativ­a Coaldes siguen despiezand­o animales a tanto la pieza, según facturas a las que ha tenido acceso este diario. Bonàrea afirma que cumplen con una función de especialis­tas y que por eso no son empleados por cuenta ajena. ☰

«A la empresa le interesa y a algún empleado también, el problema es que se jubila con la pensión mínima»

 ?? FRANCESC CASALS ?? Unos empleados en una empresa de transporte de paquetería, uno de los sectores que quedan fuera del amparo de la nueva norma.
FRANCESC CASALS Unos empleados en una empresa de transporte de paquetería, uno de los sectores que quedan fuera del amparo de la nueva norma.

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