Córdoba

El Barça, rey en Sevilla

Un formidable Messi lidera al equipo azulgrana ante el Athletic para conquistar su título 31º

- CURRI CARRILLO @Cordeporte­s

El argentino firma dos goles y se convierte en el mejor anotador histórico en las finales del torneo

Athletic: Unai Simón; De Marcos, Yeray (Unai Núñez, m.67), Íñigo Martínez, Balenziaga; Berenguer (Vesga, m.54), Dani García, Unai López (Yuri Berchiche, m.67), Muniain (Lekue, m.46); Raúl García, Williams (Villalibre, m.67). Barcelona: Ter Stegen; Mingueza (Dembélé, m.87), Piqué (Araújo, m.81), Lenglet; Dest (Sergi Roberto, m.74), De Jong, Busquets, Pedri (Ilaix Moriba, m.81), Jordi Alba; Messi, Griezmann (Braithwait­e, m.87). Goles: 0-1, M.60: Griezmann. 0-2, M.63: De Jong. 0-3, M.68: Messi. 0-4, M.72: Messi. Árbitro: Juan Martínez Munuera (Comité Valenciano), con José Luis González González (Castellano-leonés) en el VAR. Amonestó al jugador del Athletic de Bilbao Dani García (m.39).

El Barcelona goleó por 0-4 al Athletic Club en la final de la Copa del Rey en el Estadio La Cartuja de Sevilla, donde ganó con solvencia y brillantez su trigésimo primer título copero en un encuentro que dominó en todo momento y en el que pasó por encima de un rival inofensivo y que no tuvo su día.

El conjunto de Ronald Koeman, que conquista el primer título de su etapa como técnico culé, ya dejó clara su neta superiorid­ad desde la primera mitad, aunque no tuvo acierto en las ocasiones de gol que generó, todo lo contrario que en la segunda, en la que trasladó al marcador su supremacía y buen juego con un gol de Antoine Griezmann, otro del neerlandés Frenkie de Jong y un doblete de Leo Messi en doce minutos, desde el 60 hasta el 72.

La final arrancó con un absoluto dominio de los culés por su facilidad para plantarse ante el área rival y con los rojiblanco­s muy incómodos e incapaces de forzar errores y robar balones para armar rápidos ataques a la contra. Por el contrario, el Barcelona, mucho más incisivo desde el inicio con un fútbol de toque, pero profundo, y con las ideas claras, merodeó con asiduidad cerca del marco defendido por Unai.

Pese a su dominio, el equipo de Koeman no estuvo certero en el remate, como en un tiro a la base del poste derecho de Frenkie de Jong a los 5 minutos, tras una conexión con Messi, ni en un intento del astro argentino en el ecuador de este periodo, después de varias combinacio­nes dentro del área, que detuvo Unai Simón.

El cuadro bilbaíno, agobiado por el control casi abrumador del juego por parte de su rival, quiso desperezar­se y en un lanzamient­o de falta dio su primer y único aviso en la primera mitad, pero el remate con la punta de la bota de Íñigo Martínez salió fuera por poco, en tanto que el Barça siguió a lo suyo, moviendo el balón y buscando vías para superar a la exigida zaga vasca.

Los barcelonis­tas mantuviero­n su dominio, si bien les faltó hallar el último pase o el remate oportuno para acrecentar su peligro ante el área del cuadro vasco, que se rehizo, a base de trabajo y de disciplina e intensidad, aunque pagó el peaje de tener una presencia ofensiva muy escasa o incluso nula.

En la reanudació­n, Marcelino buscó soluciones. Muniain, desapareci­do en la primera mitad quizás por no estar físicament­e a tope, dejó su sitio a Lekue, que se situó de lateral derecho para que De Marcos adelantara su posición y Berenguer se cambiara de banda hasta que poco después le sustituyó Mikel Vesga para reforzar la medular.

El guión, sin embargo, no varió un ápice. El Barcelona continuó mandando y gozó de hasta tres ocasiones claras en los diez primeros minutos que no se convirtier­on en gol por la actuación milagrosa de Unai Simón, que, muy inspirado, le sacó el balón con el pie a Griezmann, rechazó un tiro de Pedri y luego un remate desde el área chica de Busquets.

Aún así, el conjunto azulgrana, inmensamen­te superior, siguió apretando y al final abrió la lata a la hora de juego con el 0-1 de Griezmann, que le cruzó con la zurda el balón a Simón en un centro medio desde la derecha de De Jong, lo que fue un mazazo para un Athletic que ya no se recuperó. A los tres minutos, el neerlandés, incombusti­ble en labores de contención y también en ataque por su potencia para llegar desde la segunda línea, marcó el segundo al cabecear en el área chica un centro de Jordi Alba y, cinco minutos después, combinó muy bien con Messi para que el argentino, de tiro cruzado, batiera a Simón.

En pleno desconcier­to del Athletic, y a pesar de que Marcelino intentó la reacción con un triple cambio al entrar Unai Núñez, Yuri Berchiche y Villalibre por Yeray, Unai López y Williams, éste muy desasistid­o en todo el choque, Messi firmó el 0-4 de un ajustado y certero disparo en una nueva asistencia de su socio Alba, pese a que Simón llegó a tocar el balón. Los azulgranas controlaro­n sin problemas hasta el final.

 ?? MARCELO DEL POSO / REUTERS ?? El capitán del Barcelona, Lionel Messi, sostiene el trofeo rodeado por sus compañeros, tras imponerse en el estadio de La Cartuja en la final de la Copa.
MARCELO DEL POSO / REUTERS El capitán del Barcelona, Lionel Messi, sostiene el trofeo rodeado por sus compañeros, tras imponerse en el estadio de La Cartuja en la final de la Copa.

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