«Hemos sido pioneros en el programa para los jóvenes»
Nos encontramos en uno de los momentos más difíciles de las últimas décadas a nivel de empleo, debido a la aparición del covid-19. Son años de dificultades para muchas familias y personas de todas las edades. El diputado provincial de Empleo, Miguel Ruz, avanza algunos de los retos que tiene por delante la institución provincial.
-¿Qué análisis hace desde la institución provincial de la evolución del empleo desde la llegada del covid-19?
- La incidencia de la pandemia sobre el empleo está estrechamente relacionada con el modelo productivo que tiene nuestra provincia, donde el sector agropecuario y el de los servicios son los principales sustentadores de la economía de las familias. La agricultura no se ha resentido especialmente, con independencia del precio de los productos en el mercado, y campañas como la de las hortalizas o la aceituna han tenido buenos resultados. El sector servicios, por su parte, está siendo el más afectado pese a que el auge que está experimentando el turismo rural contribuye a paliar parte de los efectos. Por eso, esta crisis derivada de la pandemia se está sufriendo más en poblaciones grandes y ciudades medias que en los pueblos pequeños. Pero lo cierto es que el problema del empleo en la provincia tiene un carácter estructural y deriva de la desindustrialización de nuestra tierra, que genera empleo mayoritariamente precario y estacional. En los últimos datos de desempleo vislumbramos un rayo de esperanza por los efectos positivos que la campaña de inspección para la regularización de empleos temporales puesta en marcha desde el Ministerio de Trabajo ha tenido sobre la contratación indefinida. Esperamos que esa senda continúe.
-¿Qué acciones han tratado de llevar a cabo para amortiguar la caída del empleo debido a la pandemia?
Las competencias de la Diputación provincial en materia de empleo están muy limitadas, porque éstas recaen principalmente en la Junta y el Gobierno central. No obstante, trabajamos de manera decidida en ámbitos como la formación, fundamental para contribuir a la empleabilidad de los cordobeses y cordobesas, especialmente en un contexto como el actual en el que los cambios sociales que se están produciendo van a requerir de nuevos perfiles profesionales. Además, tendemos la mano a las pequeñas empresas y autónomos con programas de asesoramiento y, de la mano de los ayuntamientos, propiciamos vías para la inserción laboral de los colectivos más vulnerables, esos para los que el acceso al empleo siempre ha sido más difícil, con pandemia o sin ella.
-¿Qué programas han desarrollado para ayudar a los sectores más afectados? - Los datos de desempleo juvenil en la provincia y en el conjunto de Andalucía son alarmantes. Por ello, uno de nuestros programas más importantes es el que destinamos a personas jóvenes, y con el que hemos sido pioneros a la hora de incorporar a hombres y mujeres jóvenes con discapacidad al mercado laboral. En el otro lado tenemos a las personas mayores de 45 años, muchas de las cuales, después de toda una vida trabajando, se han visto condenadas a una situación de desempleo de la que es difícil salir. Tratamos de paliar esta situación con el Programa de Fomento del Empleo para mayores de 45, para la contratación de estas personas por parte de los ayuntamientos de la provincia. También incentivamos su contratación por parte de empresas privadas a través de las subvenciones del Plan Segunda Oportunidad, con el aliciente de que la inmensa mayoría de las personas contratadas acaban consolidando su empleo en estas empresas.
-¿Qué nuevos retos tienen por delante a nivel de empleo? -Nuestro objetivo no es otro que consolidar y mejorar los programas y ayudas que tenemos en marcha. Y en la misma línea, dentro de las limitaciones competenciales y económicas que tiene la Diputación, vamos a seguir apostando por el tejido empresarial de Córdoba a través de la apuesta por la formación y la generación de oportunidades de empleo para sectores de población más vulnerables. Trabajamos de la