La campaña madrileña agrava la desconexión Psoe-moncloa
El 4-M evidencia el poder de Sánchez frente a las estructuras orgánicas y la federación regional El equipo del presidente ha impuesto las listas y una estrategia dirigida a los exvotantes de Cs
Cuando se pregunta a importantes dirigentes del PSOE por la campaña de Ángel Gabilondo para las elecciones madrileñas del 4 de mayo, se encogen de hombros y dirigen su mirada a la Moncloa. Básicamente, se desentienden. «Pregunta allí», dicen. Casi toda la estrategia socialista en estos comicios ha sido diseñada por dos de los colaboradores más cercanos a Pedro Sánchez en el Gobierno: Iván Redondo, su jefe de Gabinete, y Paco Salazar, su número dos.
Altos cargos socialistas dejan patente su malestar. No solo por haberles quitado sus atribuciones, sino también por el diseño en sí mismo de una candidatura a la que las encuestas otorgan escasas opciones de hacerse con el poder. Aquí, los aspectos que más controversia suscitan.
Desde que fue investida presidenta madrileña, y sobre todo a raíz de la pandemia, Isabel Díaz Ayuso ha hecho bandera del choque con el Gobierno central. Sánchez en ocasiones ha evitado entrar en esa guerra, pero ahora está volcado. El jefe del Ejecutivo tiene un enorme papel en estos comicios: participa en cuantos mítines puede, y también ataca a Díaz Ayuso desde su puesto institucional.
Una parte del PSOE teme que el presidente haya «mordido el anzuelo» de Ayuso, ayudando a alimentar su victimismo y a realzar su papel de azote del Ejecutivo. Y para algunos cuadros el riesgo es que se perciba a Sánchez como el gran derrotado si el PP mantiene la autonomía. Desde la Moncloa, por el contrario, insisten en que «no se podía hacer otra cosa» que la implicación máxima del líder del PSOE: no exponerse, arguyen, habría lanzado el mensaje de que daba estos comicios por perdidos.
Gran parte de la candidatura socialista del 4-M ha sido diseñada por la Moncloa. Dos secretarias de Estado, Hana Jalloul e Irene Lozano, han dado el salto a los principales puestos, ahondando en la impresión de que estos comicios van del Gobierno de la Comunidad de Madrid frente al Gobierno central. Y otros dos dirigentes, Juan Lobato y Mónica Carazo (números cuatro y seis), han sido pintados como valores de futuro.
Y después está Reyes Maroto. La titular de Industria será la vicepresidenta económica de Gabilondo si logra ser investido. El movimiento pretendía reforzar su candidatura, señalarla cara al futuro, pero también, alertan en el PSOE,