Neutral en el 2050 es ahora un compromiso legal»
Además, según indicó la presidencia portuguesa, la Eurocámara y el Consejo Europeo acuerdan que la Comisión Europea propondrá un objetivo climático intermedio para el 2040, si fuera necesario, seis meses después del primer balance del Acuerdo de París. Al mismo tiempo, Bruselas publicará una proyección indicativa sobre el presupuesto proyectado para el periodo 2030-2050 en el que detallará también la metodología. Este presupuesto se define como «el volumen total indicativo de emisiones netas de gases de efecto invernadero (expresadas como CO2 equivalente y proporcionando información separada sobre emisiones y absorciones) que se espera emitir en ese período sin poner en riesgo los compromisos de la
Unión Europea en virtud del Acuerdo de París», según la presidencia.
El pacto señala también que la Comisión Europea colaborará con los sectores de la economía que acepten preparar hojas de ruta voluntarias indicativas para lograr el objetivo de neutralidad climática de la Unión Europea para el 2050. Bruselas supervisará estas hojas de ruta, facilitará el diálogo intraeuropeo y compartirá las mejores prácticas. Pese a los mensajes de celebración de las instituciones europeas por el acuerdo no todos los grupos de la Eurocámara están satisfechos con el resultado.
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CRÍTICAS ECOLOGISTAS «Hoy celebramos el acuerdo» pero «mañana nos despertaremos con resaca y nos daremos cuenta de que [quizá] deberíamos haber reducido nuestras emisiones en un 65% y no un 55% en el 2030», lamentó la eurodiputada ecologista belga Saskia Bricmont. «Con este objetivo climático para el 2030, la UE no hará lo necesario y suficiente para cumplir
los objetivos del Acuerdo Climático de París. La Comisión y el Consejo, junto con sus partidarios en los grupos conservadores, han tenido prisa en aprobar una débil ley climática para tener una foto con el presidente Biden», criticó también eurodiputado Ernest Urtasun, que considera que el acuerdo global «no es suficientemente ambicioso».
El mismo mensaje lanzó la organización Greenpeace, que considera que el acuerdo será insuficiente para limitar el calentamiento global a 1,5 grados y que la reducción neta del 55% se quedará en un recorte de emisiones reales del 52,8% en sectores contaminantes como la energía, el transporte y la agricultura. «La UE está más preocupada por tener algo de lo que presumir en la cumbre sobre el clima de Biden que de lo que significa para la emergencia climática. Este acuerdo muestra que la acción climática europea es todo humo», censuró la responsable de la campaña climática, Silvia Pastorelli.
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