La incertidumbre ralentiza el consumo y la recuperación
La sucesión de olas del virus mina el ánimo de los usuarios
La incertidumbre retrae al consumidor. Y esa es una de las variables que ralentizan la recuperación. El primer síntoma de ello ha sido el descenso del 0,5% del producto interior bruto (PIB) en el primer trimestre, tal como adelantó el Instituto Nacional de Estadística (INE) el viernes pasado.
El calendario en el proceso de vacunación y la sucesión de olas del covid siguen minando el ánimo del consumidor, que ve cómo la recuperación económica se extiende más allá del 2021. El 54% de los españoles consultados lo estiman así, según el informe Future Consumer Index. Deconstruyendo al consumidor en un entorno posvacuna, elaborado por la consultora EY. Este porcentaje es cuatro décimas mayor que el del sondeo realizado en octubre, frente a alemanes y estadounidenses, más optimistas. El Gobierno retrasó la recuperación al menos hasta el segundo trimestre en su última revisión.
La pandemia de coronavirus sigue preocupando, no solo por el impacto en la economía (para el 73%) y en la salud de las familias (para un 61%), sino por cómo afecta a la manera de vivir. En este entorno incierto crece la tendencia a ahorrar, que lo hace cinco puntos. La tasa de ahorro llegó el año pasado al récord más alto desde 1999.
HOGAREÑOS «La economía española necesita un consumidor dispuesto a volver a su rutina y a recuperar sus niveles de gasto, y ello parece que no llegará hasta que el proceso de vacunación coja impulso y la mayoría de la población esté inmunizada. Mientras tanto, nos enfrentamos a un nuevo paradigma en el que el consumidor no solo ha aumentado el consumo en casa, sino que empieza a construir su estilo de vida en torno a su hogar», explica Javier Vello, socio responsable del sector Consumer Products & Retail de EY.
Y en este contexto avanza la digitalización. «El consumidor si
gue avanzando hacia un mayor uso de los canales digitales, reduce sus visitas a establecimientos físicos y su gasto en productos no esenciales (moda o cosmética) o, incluso, se muestra dispuesto a cambiar de marca para apoyar la economía o empresas locales», explica David Samu, socio responsable de Ey-parthenon.
«La concienciación de la que hablamos se refleja en un ciudadano más responsable y preocupado por su salud física y mental», que presta «más atención a cuestiones como la alimentación, el tiempo de calidad y el impacto social y medioambiental. Las cifras muestran un consumidor más precavido y ahorrador», subraya.
El informe hace un seguimiento de los cambios en el comportamiento de los consumidores. Para esta edición se ha entrevistado en el primer trimestre a más de 14.400 consumidores de 20 países, 530 de ellos españoles.