La monodosis de Janssen se pondrá a menores de 60 años
Las primeras personas que recibirían la vacuna son de 50 a 59 años y de colectivos vulnerables Acuerdo entre Sanidad y las comunidades autónomas que acelera el plan para la inmunidad
La Comisión de Salud Pública, dependiente del Ministerio de Sanidad, aprobó ayer martes ampliar el uso de la vacuna de Janssen a las personas de 50 a 59 años, así como a colectivos vulnerables difíciles de captar como personas con discapacidad, autismo y enfermedades mentales severas. También a aquellas personas vulnerables económicamente, entre los que se incluirían personas sin hogar, temporeros o inmigrantes en situación administrativa irregular.
La decisión se tomó durante una reunión entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades, que se han reunido para analizar la nueva estrategia para alcanzar la inmunidad de rebaño, en la que también se ha abierto la puerta a vacunar a embarazadas, madres lactantes y adolescentes. Comunidades como Andalucía ya habían dado su apoyo a esta medida para acelerar la vacunación . Tiene ventajas en cuanto a que solo es una dosis, se conserva en la nevera --por lo que se puede desplazar fácilmente-- y el periodo de caducidad es más largo que el de los otros fármacos.
Aparte de tratar de reducir la franja de edad a la que irá dirigida Janssen, la comisión reunida este martes por la tarde también plantea utilizar la vacuna monodosis en colectivos vulnerables desde un punto social, económico o laboral. En este grupo se incluirían tanto a personas sin hogar, inmigrantes en situación administrativa irregular o temporeros, un sector que está sufriendo duramente el coronavirus
Asimismo, se incluirá a personas de difícil captación o que por ciertas circunstancias personales o laborales sean calificados como «difíciles de vacunar». Entre este grupo también se encuentran trabajadores del mar que se pasan largas temporadas embarcados, personas con grandes dependencias, autismo profundo o enfermedades mentales con mucha agitación, así como cooperantes que se desplacen en misión a países de alto riesgo o personas que por razones justificadas no se vayan a encontrar en España en las fechas de la segunda dosis. La Comisión de Salud Pública debatió también por primera vez sobre la vacunación a las mujeres embarazadas y a las que han dado a luz recientemente y todavía se encuentran en periodo de lactancia. Sobre esta últimas, se aconseja administrarles las vacunas Pfizer o Moderna cuando les corresponda según el grupo de priorización al que pertenezcan.
La propuesta también se ha referido a los adolescentes y preadolescentes, a los que «no se priorizarán en este momento». Y es que los datos epidemiológicos muestran que las personas que se encuentran entre los 39 y los 59 tienen un mayor riesgo de hospitalización y muerte que los jóvenes.
Sin embargo, una vez se apruebe Pfizer para esta franja, se propondrá vacunar a los mayores de 12 años con condiciones de muy alto riesgo o en situación de gran dependencia, así como aquellos que se encuentren ingresados en centros de educación especial, tutelados o de personas con discapacidad intelectual. Otra de las novedades que analizan es la de crear ya el grupo de población general de 40 a 49 años, para los que se utilizarán las vacunas que se consideren según su disponibilidad, el contexto de la pandemia y de las evidencias.
Respecto a la segunda dosis de Astrazeneca a menores de 60 que ya recibieron un primer pinchazo, la Comisión recuerda que ya se acordó alargar la separación entre vacunas hasta las 16 semanas -anteriormente eran 12- hasta contar con más información y antes de decidir si se seguirá inmunizando a este grupo con Astrazeneca o con Pfizer, como se está estudiando. Según esta ampliación de la pauta entre dosis, los anteriormente usuarios de Astrazeneca deberían recibir la segunda inyección a finales de mes, a partir del 24 de mayo.