Los ganadores del concurso de la UCO hablan de su participación
En esta edición los relatos han versado sobre el covid-19 y la vida universitaria Los dos ganadores y los accésit animan a escribir y a optar a este tipo de premios
El Certamen de Relato Breve Sobre Vida Universitaria Universidad de Córdoba ha llegado a su 14ª edición marcado por el covid-19, que ha sido la temática a la que han debido ajustarse los 212 relatos presentados en las dos modalidades convocadas -senior y junior-.
Los ganadores y los accésit de sendas categorías tuvieron distintas motivaciones para concurrir a esta convocatoria. El ganador senior, el escritor Marco Maurelia Velasquez (Barcelona), reconoce que «aunque suene poco romántico y políticamente incorrecto, debo reconocer que una de las principales motivaciones que me llevó a presentarme al concurso era conseguir el dinero del premio (como estrategia de supervivencia ante la precariedad por la que atravieso».
Su homólogo junior, el estudiante de Ciencias Sociales de la Universidad Icesi y del Taller de Escritores de la Universidad Central (Colombia). Andrés Felipe Vargas Coronado, afirma que le pareció «interesante hacer un trabajo narrativo alrededor de lo que había sido en el 2020 el cambio de la rutina estudiantil por las medidas 33 33 que se tomaron para prevenir los contagios».
Para Maurelia -que ha ORGULLO/ ganado en la categoría senior con la obra -Multipantalla- el premio llegó en un mes de abril que en lo personal «fue un mes de mierda» por lo que enterarse del premio «no fue sólo una inyección monetaria (por lo demás, tremendamente necesaria), sino también una inyección anímica que me 33 33 ayudó nuevamente a agarrar vuelo».
El realizador de cine y accésit en la categoría senior, el argentino Gustavo Eduardo Green Sinigaglia, dice que ser galardonado por su relato Precovido supone «orgullo y satisfacción. Especialmente por ser un certamen de mucho prestigio».
Para el joven Álvaro Jiménez Luna, estudiante de Educación Primaria de la UCO y accésit en la modalidad junior, este premio es «un gran paso en el mundo de la escritura, las editoriales y la publicación. No creo que me abra grandes puertas, pero sí que poco a poco podré ir subiendo escalones hasta conseguir la meta: publicar alguno de mis manuscritos».
lo que coinciden los cuatro premiados es que deseaban ganar. «Siempre participo con la esperanza de que mis obras sean reconocidas», confiesa Green, que desde 2003 viene participando en certámenes literarios. «Obtuve hasta el momento unas 400 distinciones (he sido muy afortunado)», afirma.
«Uno siempre sueña con ganar. Lo que hay que tener claro es que uno escribe porque le gusta. Ya si después en una de esas se le da un premio, ¡Es genial! Y también por la aspiración a que lo lean y publiquen. Que eso que uno escribe desde una vereda en el sur de Colombia le guste a unos jurados allá en España es una gran satisfacción», subraya Vargas, que ha ganado gracias a su escrito El pasar de los días.
La juventud de Jiménez -tiene 19 años- dudo sobre si su relato Metáfora de una realidad trastocada iba a gustar. «Tuve que innovar, sabía que el resto iba a lanzarse a lo típico, así que decidí tirarme al vacío y rebuscar en la parte retorcida y agobiante del covid durante la cuarentena».
También se muestran de acuerdo los cuatro en alentar a quienes escriben a presentarse a este tipo de concursos, especialmente, para quienes están empezando, pero sobre todo les animan a seguir escribiendo. «Escribir es maravilloso, el que no lo hace debería probar», dice Green, así que, citando a Vargas: «¡Anímense!».
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