Madrid Piqué
Ha tenido que llegar Gerard Piqué hasta la Gran Vía para entender Madrid. Tiene su gracia que uno de los jugadores más culés haya presentado un lema tenístico con un acierto pleno para nombrar Madrid, como sensibilidad sin frontera en el ritmo continuo de explorar la vida. Tiene su gracia pero no mesetaria, sino marinera de dry martini en Boadas y reserva en Casa Leopoldo, es decir: de Vázquez Montalbán pasado por Chicote para cenar en Lhardy. Porque Madrid siempre ha sido igual de hospitalario no solamente con los catalanes, sino con cualquiera que llegara con ganas de crujirla a paso lento desde su periferia. El próximo 25 de noviembre comenzará la segunda edición de la Copa Davis organizada por Kosmos Global Holding, la empresa deportiva dirigida por Piqué. Para promocionarla y anunciar la llegada del momento tenístico otoñal, Madrid amaneció ayer con una lona gigante cubriendo la fachada del número 14 de Gran Vía. Con gran eslogan: «En Madrid somos de derecha y de revés. Vuelve la Copa Davis». Y el lema, por supuesto, también tiene un manifiesto: «Somos de derecha y de revés, de saque y de resto, de volea y de ‘smash’. Somos de reír y de llorar, de callar y de gritar. Para animar, para ganar, para celebrar, vuelve la fiesta. Vuelve la Davis Cup». Según confirma Kosmos, la lona seguirá cubriendo el edificio hasta el 31 de mayo, justo cuando la canícula nos empiece a apretar en Córdoba al asfalto. También algunos veranos he visto levantarse ligeramente el alquitrán por el calor en algunas calles de Madrid, con ese olor a caucho reventado entrando en los pulmones con su riesgo de seca soledad. Ha tenido que venir un jugador del Barcelona, que media España identifica con el independentismo y la otra media no sabe o no contesta, a recordarnos que Madrid, con cada gran ciudad, es solamente el espejo de las gentes que viven en ellas, que aman y sufren y se encuentran en ellas a sí mismas. Madrid es la ciudad que no te deja solo.
* Escritor