Residencias y centros de día no encuentran personal cualificado
Las empresas del sector advierten del déficit de enfermeros, auxiliares, médicos y gerocultores Alertan de la huida de profesionales al SAS porque la retribución es más elevada que en la privada
La atención a mayores y personas con discapacidad que se ofrece en residencias y centros de día de Córdoba, principalmente a través de empresas privadas con plazas conveniadas con la Junta de Andalucía, no atraviesa un buen momento. El principal motivo es la acuciante falta de personal cualificado al que contratar, una realidad que según la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (Aeste) no es exclusiva de Córdoba o de Andalucía sino que se está reproduciendo en toda España. Según la asociación, que representa a 75 residencias y 47 centros de día andaluces, «existe un grave problema de falta de profesionales en el sector sociosanitario, por lo que reclamamos un pacto de Estado sobre el modelo de cuidados que necesita nuestro país con una auditoría que identifique las carencias existentes con el fin de diseñar un sistema de cuidados sostenible para los próximos años». La situación, recuerdan las empresas, es especialmente delicada en territorios como Córdoba, con una población especialmente envejecida. Según Aeste, los perfiles que más cuesta encontrar son «enfermeros, médicos, auxiliares y gerocultores», de ahí que planteen la necesidad de «aumentar el número de profesionales que se forma en las universidades y agilizar los tiempos de homologación de titulaciones».
En Córdoba, la presidenta de Fepamic, Sara Rodríguez, confirma los problemas que están teniendo para emplear a trabajadores formados, lo que les ha llevado a acelerar su oferta formativa, generando oportunidades de empleo «a mayor rapidez de lo que formamos». A la escasez de profesionales se suma, detalla, «la huida de ese personal que se va cualificando al SAS», lo que complica aún más que las empresas privadas puedan contratar a los trabajadores que necesitan para atender a sus usuarios. El motivo de esa huida es «que el SAS ofrece honorarios más altos que la empresa privada», indica Rodríguez, que recuerda que «aunque ha habido subidas en el precio de las plazas concertadas, la dotación que recibimos no nos permite competir con los sueldos de la Administración».
Y eso a pesar de que en muchos casos «se ofrecen mejoras salariales por encima de convenio para retener al personal, lo que obliga a buscar ingresos extra para que las cuentas cuadren». Según la presidenta de Fepamic, «hay que apostar por la orientación laboral al sector sociosanitario» y mejorar la dotación por plaza conveniada.
La directora de la residencia Vitalia de Alcolea, Valle Carrillo, coincide en que la situación es cada vez más delicada. «Hace años, teníamos enfermeros y auxiliares que estaban en la pública y doblaban después en la privada, lo que nos permitía contar con personal, pero la mayoría de los profesionales ahora no quiere eso», señala, al tiempo que insiste en que «las residencias y centros de día privados no pueden competir con el SAS para atraer personal «porque nuestro convenio está muy por debajo de las condiciones laborales que se ofrece en la pública». Sin embargo, la inmensa mayoría de la atención sociosanitaria depende de empresas privadas, ya que apenas hay residencias o centros de día públicos.