Tensión diplomática con Gibraltar tras una persecución de contrabandistas
El Peñón califica de «muy grave» la entrada de dos policías en su territorio Reino Unido ha contactado con el Gobierno español para pedir explicaciones
Gibraltar eleva el tono y pide explicaciones diplomáticas por lo que considera una «grave violación» de su soberanía, en relación con el incidente del pasado jueves en el que dos agentes españoles fueron apedreados hasta sangrar por contrabandistas de tabaco a los que perseguían en las aguas del Peñón. El Ministro Principal gibraltareño, Fabián Picardo, asegura que la «incursión» y los disparos disuasorios que realizaron los agentes para ahuyentar a la turba que los agredía son «el incidente más grave y peligroso desde hace muchos años». Dice que está coordinando su respuesta con el ministerio de Exteriores de Reino Unido y con el embajador británico en España.
España, por su parte, rechaza «tajantemente» los términos de la declaración y «las pretensiones sobre una supuesta soberanía británica», «especialmente incomprensible» en el momento en el que España ha puesto sobre la mesa un acuerdo para crear una zona de prosperidad compartida y derribar la Verja de separación.
Los hechos ocurrieron sobre las 5:00 de la madrugada del jueves en la playa Eastern Beach de Gi
braltar, cuando a la embarcación en la que viajaban dos agentes del Servicio de Vigilancia Aduanera se le paró el motor durante una persecución de una lancha neumática de contrabandistas de tabaco en la costa de levante de La Línea de la Concepción (Cádiz). En ese momento comenzaron a ser agredidos por un grupo de personas que comenzaron a lanzarles piedras, algunas de gran tamaño y peso, según se puede ver en un vídeo obtenido por Noticias Gibraltar. «¡Os vais a enterar!»», dice uno de los agresores, aparentemente un traficante español, a los agentes, mien
tras otros recuperan los cartones de tabaco de la lancha española. «¡Dispara, dispara ahora!», les increpa otro, mientras se aprecia cómo la lancha española trata de alejarse de la playa luchando contra la fuerza del oleaje y sin poder arrancar el motor. En medio de insultos y pedradas, se escuchan unos disparos (ocho en total), que se ha sabido después que fueron al aire y al agua. «¡No veas todo el pedrón (pedrada) que le han metido en toda la boca!», se escucha también. Uno de los policías españoles se desploma en el suelo. Finalmente, pudieron llegar hasta el barco patrullero nodriza a remo.
El estado de la mar y la inercia hizo que la lancha de los agentes quedara varada en la playa de Levante del Peñón en plena «persecución en caliente», informan a este diario fuentes españolas, que se quejan de que durante todo el incidente, en el que varias decenas de personas acosaban y atacaban a dos agentes españoles, los funcionarios gibraltareños (a los que se ve con los trajes reflectantes en el vídeo) no detuvieron a los presuntos contrabandistas y les permitieron seguir recuperando las cajas de tabaco. Sí pidieron a la turba que dejaran de tirar piedras y, en un momento, se pusieron delante de los agentes españoles para detener la agresión, según su propio testimonio. Gibraltar, por su parte, asegura que les ofreció asistencia médica y que los españoles la rechazaron, y que los cuatro agentes gibraltareños (de la Policía Real de Gibraltar y de la Aduana de Gibraltar) que acudieron al lugar no podían enfrentarse a la turba «de unas 25 personas» que acosaban a los agentes españoles. Ambos policías se encuentran ya en su casa, uno con fractura de tabique nasal y otro, que fue hospitalizado, a la espera de una intervención quirúrgica para atender las fracturas en pómulo y tabique nasal que le causaron las pedradas.
⁄
«EN CALIENTE» La «persecución en caliente» forma parte de la Convención de Ginebra sobre el Derecho del Mar, y por ella se permite que se entren en otras aguas territoriales cuando una agencia de seguridad persigue a un delincuente, con ciertas condiciones. Técnicamente, España no puede reconocerlo porque no considera gibraltareñas las aguas que rodean al Peñón. Pero hay normalmente un entendimiento entre las policías de ambos lados, basado en las relaciones personales, explican fuentes conocedoras de ambos lados de la Verja. Se suelen avisar las unas a las otras cuando hay operaciones de este tipo. La Guardia Civil ha condecorado incluso a agentes gibraltareños. Ahora, apuntan, la confianza se puede mermar considerablemente.
Reino Unido ha contactado con el Gobierno español para aclarar lo ocurrido y está trabajando estrechamente con el gobierno de Gibraltar, según confirma a este diario un portavoz del Ministerio de Exteriores británico. Consideran que la embarcación del Servicio español de Aduanas «realizó unas acciones en aguas gibraltareñas que constituyeron una incursión y violación de la soberanía del Reino Unido». Al mismo tiempo, desean «una rápida recuperación» a los agentes españoles.