El PSOE se prepara para una crisis de Gobierno
Los socialistas prevén cambios en los ministerios en marzo Las bajas de Maroto y Darias pueden avanzar unas semanas
Cuando le preguntaron por los necesarios cambios en el Gobierno para que las ministras Reyes Maroto y Carolina Darias se centrasen en sus candidaturas a las alcaldías de Madrid y Las Palmas, justo antes de Navidad durante una conversación informal en el Congreso, Pedro Sánchez se limitó a señalar que sería una «minicrisis» de Gobierno y que se acometería en abril, justo antes de las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo. La primera parte del vaticinio continúa siendo válida.
Dentro de la prudencia con la que siempre se encaran los cambios en el Ejecutivo, de las que Sánchez no habla más que con un puñado reducidísimo de colaboradores, en el PSOE no creen que la remodelación del Gobierno vaya más allá de las dos titulares. Pero con la segunda parte hay más dudas. Empieza a instalarse la sensación de que el presidente adelantará unas semanas los cambios sobre su calendario original.
La idea con la que trabaja el partido, según fuentes de su dirección, es que la crisis de Gobierno tendrá lugar en marzo, probablemente en la segunda mitad. Y en los dos departamentos afectados, Industria y Sanidad, que dirigen respectivamente Maroto y Darias, trabajan con una agenda de actos y proyectos que se acaba este mes: febrero. A partir de ahí, los colaboradores de ambas ministras no saben qué pasará.
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IGUAL QUE ILLA En cualquier caso, el guion de precampaña elegido por Sánchez continúa siendo el seguido con el ahora jefe de la oposición en Cataluña y líder del PSC, Salvador Illa, que no dejó el Ministerio de Sanidad hasta el 26 de enero de 2021, apenas tres semanas antes de los comicios catalanes, para capitalizar al máximo su puesto en el Gobierno. Solo que la idea con la que se traba
ja ahora es adelantar un poco la salida de Maroto y Darias para que tengan más margen temporal con el que centrarse en sus candidaturas.
Ambas ministras tienen impora
tantes decisiones que anunciar en las próximas semanas, algo que desaconseja su marcha inminente. Darias, cuya exposición como titular de Sanidad ha sido muy inferior la de Illa debido a la indudable mejora en la lucha contra el coronavirus, llevará al Consejo de Ministros del martes de la semana que viene la eliminación de la obli
gatoriedad de llevar mascarillas en el transporte público. Ya no habrá que llevar la nariz y la boca tapadas en trenes, taxis, autobuses y metros, y aunque la prenda seguirá siendo necesaria en clínicas y farmacias, la medida supone dar un paso más, uno de los últimos que quedaban por emprender, hacia la recuperación de la vieja normalimomento dad, previa a la pandemia, y un síntoma de la buena evolución epidemiológica de España. En el caso de Maroto, sus iniciativas tendrán un efecto menos directo en los ciudadanos, pero su valor simbólico, con las elecciones a la vuelta de la esquina, no es menor. A finales de este mes, explican fuentes de su departamento, se firmará el pacto por la Industria, el primer pacto de Estado de toda esta convulsa legislatura, marcada por la ausencia de acuerdos con el PP más allá de algunos nombramientos como los del Defensor del Pueblo, el Tribunal de Cuentas y algunos miembros del Tribunal Constitucional en noviembre de 2021, cuando Pablo Casado era el líder del PP.
La ministra se refirió a ese «gran acuerdo político» el pasado jueves desde Rabat, donde participó en la cumbre bilateral entre España y Marruecos. «Estamos muy cerca. He conversado con todos los grupos políticos y creo que hay sensibilidad. No es fácil porque estamos en un
Las dos ministras optarán a las alcadías de Madrid y Las Palmas
de ruido, en un momento de confrontación», dijo Maroto. Ante una coyuntura de tanta crispación política, los socialistas quieren utilizar este pacto como baza electoral, aún más en una ciudad de tendencias conservadores como Madrid, que es donde encabeza la lista la titular de Industria, quien el pasado sábado fue presentada por Sánchez como candidata. Y luego está el debate (especulaciones, en rigor) sobre quiénes serán sus sustitutos, que solo tendrán asegurado un asiento en el Consejo de Ministros pocos meses, hasta las generales de finales de este año.