Córdoba

¿Cómo se sale de aquí?

El Córdoba sigue encallado en ataque y se sostiene arriba en una tabla más comprimida

- Francisco Merino

Se le ha puesto un panorama curioso al Córdoba CF, que anda buscándose a sí mismo jornada a jornada, en su casa y en la ajena. En Salamanca lo hizo mejor que la semana anterior ante el Celta B. No ganó. Tampoco marcó. Se llevó, eso sí, un punto en la maleta. Quien quiera celebrarlo está en su derecho. Pero parece claro que la tendencia ha cambiado: antes se perseguía la alegría y ahora se anhela el alivio. O el consuelo rácano de señalar que a uno le va mal, pero que a otros les va peor. O pensar que el bache -socavón más bien- actual de resultados y rendimient­o es un asunto transitori­o, que se desvanecer­á en cualquier momento al calor de una victoria.

Este Córdoba ha perdido fútbol y seguridad. Los rivales no han tardado en darse cuenta y, como es natural, se le echan encima y le pierden el respeto. El equipo de Crespo se ha metido en un bucle. Entre pensar que aquí no pasa nada o que todo el plan se va al traste hay un punto intermedio. Ahí pretende apuntar un equipo repleto de dudas, que tendrá que asumir que debe transforma­rse para salir airoso del desafío que le espera.

Aún no ha perdido lo que tenía, que vale mucho: un prestigio bien ganado y una posición en la clasificac­ión que defender. Pero ahora con otras piezas y de otra forma. Es inevitable. Las fórmulas deben adaptarse a las necesidade­s. La Liga le exige mucho más al Córdoba, al que ya se le ha agotado el granero de su formidable arranque -aquel quince de quince- y que tiene un plantel reformado: salieron seis piezas y entraron otras tantas. Se entiende que los nuevos llegan para dar al Córdoba una dimensión más potente. Lo de antes ya no le alcanza. La única forma de repetir el guion es con los mismos actores y eso ya no es posible. Ni siquiera deseable porque, a la vista está, no resulta útil.

Ese empate en Salamanca de poco lustre, arañado con esfuerzo ante un Unionistas que se empleó con la fiereza esperada, le sirve para sostenerse dentro del grupo de cabeza y hacer que su evidente caída -cinco puntos de los últimos 21- no se haya convertido en un desastre. Tiene al líder, el Alcorcón, tres puntos por encima. Este fin de semana le superó -por primera vez desde que arrancó la Liga en agosto del año pasado- el Dépor y también lo hizo el Real Madrid Castilla, que será el próximo visitante de un Arcángel en el que se augura un récord de asistencia esta temporada. El escenario será de órdago.

Al Córdoba CF le metieron fuertement­e el bisturí en enero, pero las reformas apenas se dejaron sentir en el once inicial que Germán Crespo opuso al Unionistas en el Reina Sofía. El granadino casi calcó el que jugó en agosto del año pasado en la primera jornada de la Primera Federación, apalizando con un 4-1 a la escuadra salmantina. José Ruiz -en lugar de Carlos Puga, titular entonces y este domingo en el banquillo- y Antonio Caballero, el primer fichaje de invierno, supliendo al capitán Javi Flores, eran los únicos cambios. Ese ‘revival’ blanquiver­de vino a confirmar una certeza: ni el Córdoba de ahora es el mismo ni su rival, el Unionistas, se parece al que sucumbió con rotundidad bajo los calores del verano en El Arcángel. Ahora están más cercanos en la tabla y en el juego. La liga tiende a igualar a los vecinos; todos se conocen, ya casi nada sorprende. «El partido pudo ganarlo cualquiera de los dos», admitió el entrenador cordobesis­ta al final del partido. Hubo situacione­s de riesgo en ambas áreas. En la del Unionistas se produjo una que pudo alterar el rumbo del choque: un latigazo de Miguel De las Cuevas sacó astillas del poste y, atento al rechace, Antonio Casas remató entre los tres palos... justo en donde estaba Salva de la Cruz. El meta le sacó un rato después un mano a mano al rambleño, que llegó a felicitarl­e por su acción. Lo de reencontra­rse con el gol se está convirtien­do en obsesión. Con el mejor artillero lesionado -a Willy Ledesma le quedan aún un par de semanas-, Casas se pelea hasta con su sombra y en su afán se le suman los que acaban de aterrizar en la ciudad. Marco Camus y Juan Villar acabaron saliendo ayer para intentar desastasca­r el asunto, pero no hubo manera. De las Cuevas hizo lo que buenamente pudo. Kike Márquez se quedó en el banquillo, como Javi Flores. El ataque del Córdoba ha ido derivando en eter

nos uno contra uno, exprimiend­o unas bandas cuyos integrante­s están sobreexplo­tados y vigilados con saña por los adversario­s. A Carracedo lo frenan sin miramiento­s y a Calderón lo tienen frito. Nunca tuvo más trabajo en su vida. Simo, directamen­te, anda desapareci­do.

El Córdoba lleva cuatro partidos sin firmar un gol... ¡y sigue siendo el equipo máximo goleador de la categoría! Así están las cosas. Los blanquiver­des están viviendo de las rentas, que se agotan. Los cambios en el mercado invernal deben darle la llave para recuperar la identidad y volver a ser productivo. Las sensacione­s no dan de comer.

 ?? ?? Javier González Calvo, en la grada del estadio charro, flanqueado por los consejeros Coca y Palacios.
Javier González Calvo, en la grada del estadio charro, flanqueado por los consejeros Coca y Palacios.
 ?? ?? Un aficionado del Córdoba CF se protege del frío en las gradas del Estadio Reina Sofía de Salamanca.
Un aficionado del Córdoba CF se protege del frío en las gradas del Estadio Reina Sofía de Salamanca.
 ?? ?? Canario, Camus, Villar y Armando, al fondo, junto a Geovanni, Simo, Felipe, De las Cuevas y Flores.
Canario, Camus, Villar y Armando, al fondo, junto a Geovanni, Simo, Felipe, De las Cuevas y Flores.
 ?? ??
 ?? ??
 ?? FRANCISCO FERNÁNDEZ ??
FRANCISCO FERNÁNDEZ

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain