«En el cómic me siento libre para experimentar»
La creadora sevillana presenta en Córdoba Por culpa de una flor, una novela gráfica hedonista y rompedora con los parámetros del género; donde se invita al lector a perderse en atmósferas emotivas.
Un profesor trató de desmoralizarle, ¿dónde ha encontrado la convicción para sobresalir sin renunciar a su visión artística?
– – Hizo una crítica bastante cruel porque no tenía mucha idea. Él daba clases de ilustración, pero realmente no era su ámbito y es algo que suele ocurrir en la facultad. Con el cómic siempre he tenido esa idea de falta de normas, de que todo puede ser. Me siento libre para experimentar, sin una voz en la cabeza que me frene. Esa voz sí la he tenido con la pintura y la escultura, ámbitos para mí mucho más difíciles. Pero en el cómic me siento libre. Te dicen que debes adaptarte a todos los estilos del mundo, cosa que yo no he hecho y me ha ido bastante bien.
El flamenco es su fuente de inspiración junto con el cine japonés, ¿Qué conexión establece entre mundos tan alejados?
– –A los japoneses les flipa el flamenco, así que ahí tiene que haber una conexión (risas). Realmente sí veo similitudes entre el flamenco y los haiku, por ejemplo, porque ambos tienen letras cortas para sintetizar emociones. Me guardo las sensaciones de lo que me emociona para intentar transmitirlas. Escuchar flamenco me conmueve de manera muy fuerte y lo mismo con el arte japonés.
El universo lorquiano y el realismo mágico también tienen una fuerte carga emotiva en su obra
– – Aunque en mis historias los colores no sean realistas, intento lograr el realismo en el paso del tiempo, por ejemplo; cómo se mueven los elementos de la naturaleza, dar la sensación de escuchar los sonidos. Provocar atmósferas muy reales aunque la historia sea mágica. Todo eso me interesa mucho. Lorca me vuelve loca. Esta historia se me ocurrió después de haber leído muchísimas obras de teatro lorquianas. Aunque el argumento de Por culpa de una flor no tenga nada que ver con ello, sí que está la influencia de su forma de expresión.
– ¿Qué ha querido mostrar con esta historia?
– La protagonista está muy anclada en la nostalgia, con una visión
idealizada del pasado. Yo soy una persona que no se identifica nada con esta actitud. No suelo idealizar el pasado. La protagonista sí lo hace, busca en su idealización del pasado una forma de liberación para poder encaminarse hacia el futuro. La historia va de desterrar la nostalgia y poner la mirada en la cotidianidad para tomarse la vida de una forma distinta.
– ¿Podría definir su forma de usar el color?
– Me gusta partir de los recuerdos. Por ejemplo, visualizo una maña- na de primavera que se me haya quedado grabada en la mente y esa visión tan subjetiva trato de llevarla al papel. Le doy muchas vueltas al color, lo cambio mucho, hasta que me vuelve a dar la sensación de estar allí, en esa mañana. Me baso más en el recuerdo y en la sensación que en la realidad.