El 80% de los fuegos tiene origen en el ser humano
Según el estudio de causalidad de incendios forestales en el término municipal de Córdoba de la Junta de Andalucía, recogido en el plan, para el período 2000-2020, casi el 80% de las igniciones del término municipal de Córdoba tuvieron su origen en el ser humano, siendo las principales causas la intencionada y la negligencia. Concretamente, el 33% de los fuegos de ese periodo fue intencionado; el 32,2% se produjo por negligencia; el 16,7% tuvo origen desconocido; el 14,3% fue accidental; el 3% fue natural; y el 0,5% fue por reproducción.
En el caso de la zona de peligro que se analiza en el plan, se detallan las actividades identificadas como posibles generadoras de fuente de calor que propicien la aparición de un incendio forestal. Por un lado, está la densidad poblacional, y es que la presencia de personas en el territorio forestal hace que, bien de forma intencionada, accidentalmente o por negligencia, se puedan producir focos de calor que generen igniciones (colillas o barbacoas, por ejemplo). También está el tránsito de personas, ya que la zona está recorrida por carreteras, caminos y numerosas sendas que permiten el tránsito rodado y a pie de personas. Las actividades agrícolas también forman parte de esta lista, al coincidir la época de máxima actividad de las cosechadoras con la disponibilidad del combustible para arder y las condiciones propicias para el desarrollo de las igniciones, por lo que se trata de una causa de incendio recurrente. Los tendidos eléctricos y las tormentas completan las posibles actividades generadoras de un incendio.
En la provincia de Córdoba, la superficie media quemada por anualidad (pasto, matorral y arbolado) para el periodo de estudio comprendido entre los años 2000-2020 es de 497 hectáreas por año. Analizando todos esos incendios, explica el plan, la zona de peligro que se incluye «no es propensa a la ocurrencia de grandes incendios forestales». Además, analizando el tipo de superficie afectada por los incendios forestales, se observa que la categoría más perjudicada es la forestal, ascendiendo al 60% de las hectáreas afectadas sumando las categorías de forestal con pasto y sin pasto.