La bajada de la patrona abre los actos centrales del 75 aniversario
La Virgen de Araceli regresa a la localidad con una multitud de romeros y entre fandangos y cánticos tradicionales A partir del jueves comienzan los traslados extraordinarios a los templos de San Martín y de los padres franciscanos
Con una semana de anticipación a la fecha habitual, la Virgen de Araceli ha retornado al interior de Lucena. Un antepenúltimo domingo de abril engarzado entre júbilo devocional, alegría compartida y fandangos espontáneos.
La romería de Bajada inauguraba ayer un ciclo singularizado en este año por la conmemoración del 75 aniversario de la coronación canónica. Actos tradicionales y extraordinarios convivirán en los próximos meses.
Desde primera hora de la mañana, filas intermitentes de fieles marianos, entre un sol inamovible, enfilaban el camino hacia el santuario de Aras. El vicario episcopal de la Campiña, Jesús María Moriana, presidía la misa de romeros en la ermita a las 11.30 horas. Mientras la explanada comenzaba a abarrotarse de público, a las 14.15 horas empezaba el rezo del rosario y, definitivamente, a las 15.00 horas, la cuadrilla de santeros de Juan Carlos Jiménez Servián iniciaba el trayecto desde la Sierra a Lucena.
La patrona vestía y estrenaba el conjunto de terciopelo, color azul, bordado en plata. El Niño Jesús portaba canasto y capazo de esparto, además del sombrero, con flores restauradas y repuestas. La Virgen de Araceli retornaba a su pueblo, donde permanecerá hasta el 4 de junio sobre las andas de viaje.
En torno a las 19.00 horas, acontecía, entre cohetes la salve y el himno, la entrada oficial a Lucena,
de nuevo a hombros de sus santeros, para adentrarse en el templo parroquial de San Mateo Apóstol, sobre las 21.00 horas.
Desde la Puerta de La Mina, acompañaban, delante, a la Virgen de Araceli, la aracelitana mayor, Inmaculada Lara Jiménez; y las damas: Belén Blázquez Pérez, Lorena Cortés Ruiz, Araceli Franco Espinar, Berta Lara Cabello, Marta Navarro Arjona y Araceli María Parejo Pino, quienes recibían los ramos de sus predecesoras. Detrás, se situaba una representación de la corporación municipal y de las instituciones locales.
A partir del próximo jueves, cobran relevancia los acontecimientos excepcionales por el 75 aniversario. La Virgen, en la jornada del día 20, será trasladada a la iglesia de San Martín. Posteriormente, el domingo 23, visitará el convento de los padres franciscanos y el siguiente jueves, día 27, regresará a San Mateo para la celebración troncal de las Fiestas Aracelitanas del año 2023.