Vox no apoyará el presupuesto municipal, bloqueando en la práctica su aprobación
La salida de Albás deja al gobierno con 12 ediles, insuficientes para la mayoría
Vox anunció ayer que no apoyará el presupuesto municipal de 2023, el último del mandato de José María Bellido y que el gobierno municipal pretendía aprobar en el descuento electoral y en plena campaña. El grupo municipal de Vox no votará a favor el documento económico para el que Partido Popular y Ciudadanos necesitan los votos de otra fuerza política al contar solo con 13 concejales de un pleno de 29.
Es más la salida de Isabel Albás del gobierno tras su fichaje por parte del PP deja, hasta que no tome posesión del acta el nuevo edil de Cs, al gobierno local con 12 miembros, un hecho que destacó ayer Vox. «Ni con la abstención de Vox saldrían las cuentas este año porque el juego electoral de Bellido se ha cargado un peón, el de la señora Albás, a la que ha hecho abandonar el gobierno a un mes de las elecciones», aseguró la portavoz del partido de Santiago Abascal en el Ayuntamiento de Córdoba, Paula Badanelli.
Vox ha argumentado su rechazo en la postura del alcalde, que «ha antepuesto sus intereses electorales a los intereses de la ciudad», y ha confirmado su negativa a aprobar unas cuentas municipales que ascienden en 2023 a 469,6 millones de euros (344,9 millones solo para el Ayuntamiento). «Esto es una vergüenza y nosotros no vaco
mos a participar bajo ningún concepto de este lamentable espectáculo», dijo Badanelli. «Salvo que se sienten con los socialistas, esta ciudad no tendrá presupuesto porque el PP muestra una falta de respecto absoluta», concluyó.
Es ⁄ evidente que las relaciones entre el Partido Popular y Vox no atraviesan su mejor momento por la necesidad de ambas formaciones de diferenciar sus mensajes de cara al 28M y por los últimos movimientos y fichajes del alcalde y candidato a la reelección, José María Bellido, para su lista de las elec
RELACIONES TENSAS CON EL PP
ciones municipales. En concreto, el regidor ha incluido en su candidatura al excoordinador local de Vox, Julián Urbano, que dimitió de su cargo orgánico por desavenencias con la dirección local a cuenta de la elección de la candidata a los comicios locales de este partido, Yolanda Almagro. Vox, por su parte, no ha presentado aún su lista a los comicios pese a que se va agotando el tiempo oficial para la presentación de candidaturas. En Córdoba, esperan las órdenes de la dirección nacional del partido, que es la que decide la composición de todas las listas locales. Ni siquiera se sabe si la portavoz municipal, Paula Badanelli, que se ha fajado durante todo el mandato, continuará formando parte del equipo.
Tras la negativa de Vox, al gobierno municipal se le agotan las posibilidades de pactar el presupuesto municipal. Parece muy poprobable que el PSOE --que sí prestó sus votos para sacar adelante el presupuesto municipal del 2020--, Izquierda Unida o Podemos (que nunca lo han hecho) en mitad de una campaña electoral y con el calendario pisándoles los talones apoyen el documento. En este escenario, a PP y Cs no les queda más remedio que activar el plan b.
Si no hay cuentas habrá que aprobar un plan estratégico de subvenciones y otro plan de inversiones
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EL PLAN B Uno de los problemas más acuciantes es que la falta de presupuesto municipal podría dejar sin subvenciones a numerosas asociaciones y entidades de Córdoba en 2023, a pesar de que muchas de ellas dependen de esta inyección económica para mantenerse activas.
El Consejo del Movimiento Ciudadano ya urgió hace unas semanas a que se modificase el presupuesto prorrogado de 2022, concretamente el plan estratégico de subvenciones, para que las entidades que tenían subvención nominativa regulada mediante convenio, puedan acceder en este año al apoyo municipal, indispensable para su funcionamiento.
Ya entonces, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, garantizó que habría una solución para esos colectivos hubiera o no nuevo presupuesto municipal, un plan b para salvar esas subvenciones nominativas. Ante ese escenario se iniciaría un expediente extraordinario para aprobar un plan estratégico de subvenciones y otro expediente para aprobar un plan de inversiones que se acoplaran al presupuesto.
Paralelamente, el Pleno ha ido aprobando desde primeros de año modificaciones de crédito para ir haciendo frente a los pagos.