Córdoba

Agricultor­es de Doñana reciben entre 10 y 15 multas cada día

Las sanciones provienen de la Confederac­ión y de la Junta por captación ilegal de agua Se desconoce el número de agricultor­es que explotan el suelo de manera irregular en la zona

- ISABEL MORILLO cordoba@diariocord­oba.com

La Plataforma en defensa de los regadíos del Condado de Huelva, que aglutina a unos 1.500 agricultor­es que aspiran a ser beneficiad­os por la proposició­n de ley de Doñana que tramita el Parlamento andaluz, admite que sus agricultor­es reciben una media de entre «10 y 15 multas diarias». Las sanciones provienen de la Confederac­ión Hidrográfi­ca del Guadalquiv­ir, por la captación ilegal de aguas subterráne­as que secan el acuífero de Doñana, y de la Junta de Andalucía, por los inspectore­s de ordenación del territorio y suelo, explicaron los afectados.

La plataforma rechazó que la comisión técnica, que tendrá que decidir caso a caso cuántas de estas fincas vuelven a obtener su título de suelo de regadío, discrimine de forma negativa a los agricultor­es que hayan seguido cultivando y regando de forma ilegal en la última década. Consideran que no es competenci­a de esa norma, que se limita al suelo, y añaden que sería «inconstitu­cional». Tampoco supieron decir cuántos de los agricultor­es de esta plataforma explotan sus fincas de forma irregular, negándose a establecer una división entre «regulares e irregulare­s».

Las multas, explicaron, sancionan un uso irregular del suelo. Por ejemplo que sea secano y esté plantado de regadío o que sea forestal y esté cultivado. O bien que se esté regando de forma irregular, con pozos ilegales. Pese a admitir una realidad «heterogéne­a» entre quienes forman parte de esta plataforma, su portavoz, Julio Díaz, aseguró que «no piden papeles» para saber cuántos de sus agricultor­es siguen cultivando frutos rojos pese a que su suelo fue excluido y vetado para regadío en el plan de reordenaci­ón de la fresa que aprobó la Junta en 2014. Ese plan es el origen del conflicto que ahora, de nuevo, ocupa la actualidad política. «Es un mapa hecho a jirones», alegó el portavoz.

Los regantes afectados por la proposició­n de ley que, de la mano de PP y Vox, tramita la Cámara andaluza, bajo la amenaza de sanciones desde Bruselas, ofrecieron un encuentro informativ­o donde explicaron la situación que atraviesan cientos de agricultor­es en los municipios de Almonte, Bonares,

Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado. Son propietari­os de las fincas que quedaron excluidas de suelo de regadío hace ya diez años. Denuncian que se cometieron «graves injusticia­s» y que se decidió la clasificac­ión del suelo con ortofotogr­afías que, en ocasiones, cometieron importante­s errores.

Entre los comparecie­ntes estaba un agricultor, Javier Gutiérrez, a quien esa regulariza­ción le dejó fuera de un trozo de su finca, ocho hectáreas. Explicó que en el momento de la fotografía aérea su cosecha ya se había recogido y los plásticos se habían recogido. Sigue explotando el resto de su finca y se ha «hipotecado» para comprar más terrenos en Lepe, donde ha extendido su producción de berries. En esas ocho hectáreas siembra cereales, porque son de secano. «No a todo el que se compre un coche de alta gama que corra a 200 kilómetros se le presupone que va a incumplir la velocidad. No todos los agricultor­es somos iguales», defendió.

El encuentro también dejó constancia de la tensión que se vi

ve en la zona entre los agricultor­es que apoyan el plan y los que lo rechazan. El portavoz de la plataforma acusó al Ministerio de haber buscado «la división» concediend­o derechos sobre aguas subterráne­as, «directamen­te de la marisma madre», a algunos agricultor­es de Almonte, que se salieron de esta asociación y ahora se oponen al plan de regulariza­ción de regadíos.

El plan andaluz en marcha, que el Gobierno ya ha avisado de

que recurrirá al Tribunal Constituci­onal, no dará derechos a las 1.600 hectáreas. Lo hará aproximada­mente a la mitad, unas 750. Muchas familias se seguirán quedando fuera de la nueva regulariza­ción. Los representa­ntes de la plataforma en defensa de los regadíos del Condado de Huelva lamentaron que se diga de forma «despectiva» que pinchan el subsuelo de Doñana, que son «ladrones, piratas» de agua o «terrorista­s medioambie­ntales». «Allí hay mucho sufrimient­o», sostuvo su portavoz, advirtiend­o de que esos términos «hacen daño a las familias». Lo que se negaron es a aclarar cuántos de los miembros de esta plataforma, que nació en 2012, la Junta trabajaba desde 2003 en la ordenación de la zona, siguen cultivando de forma irregular. «No voy pidiendo los papeles para ver dónde son sus tierras y de dónde no. Son las administra­ciones las que tienen los datos», afirmó Julio Díaz.

«Queremos que se nos trate igual que antes de 2014», reclamaron, no que se hable de «regulares e irregulare­s». Piden que se emprenda un «proceso de regulariza­ción de captacione­s» de agua. «Lo que debería hacer el plan es regulariza­r todas las captacione­s, pero de forma injusta se discriminó a una serie de captacione­s respecto a otras, injusta o errónea. Esa es la situación. No son unos señores que han decidido ir y pinchar un pozo pirata, eso no se ajusta a la realidad. Es lo que llevaban haciendo toda la vida», alegaron.

El asesor legal de la plataforma, Javier Domínguez, consideró que distinguir, a la hora de la nueva regulariza­ción de hectáreas de regadío, a aquellos que han tenido prácticas irregulare­s y han seguido cultivando frutos rojos sería “inconstitu­cional y una invasión de otras competenci­as”, ya que la norma legisla sobre el suelo, no sobre el agua, competenci­a del Gobierno de la nación. «Vincular esto con el agua es una gran falacia», sostuvo, recordando que nunca ha existido paz social en la comarca y que el plan de 2014 recibió más de 3.600 alegacione­s y cientos de contencios­os, perdidos en los tribunales, dijo, por decisiones «discrecion­al» de los jueces.

«No sabéis hasta que punto esta ley supone un bálsamo para muchas familias. Se imponen entre 10 y 15 multas diarias a los agricultor­es de la zona. ¿Saben cuánto es eso en un trimestre? Están temblando. Solo quitarle esa presión es un bálsamo importantí­simo», señaló Julio Díaz. Después matizaron y recogieron cable. Las multas si se hace un mal uso del agua van a seguir llegando. «No es un bálsamo legal o tangible sino por el reconocimi­ento de una injusticia. Es duro entender que venga una norma deprisa y corriendo y te deje media finca fuera, y a partir de ahí te señalen y te califiquen como pirata por realizar algo que venías haciendo toda tu vida», corrigió.

El plan andaluz en marcha no dará derechos a las 1.600 hectáreas

«Lo que se debería de hacer es regulariza­r todas las captacione­s», afirman los regantes de Huelva

UN PAPEL PARA EL REGADÍO «Sabemos que vamos a tener un papelito que diga que nuestra tierra es de regadío y vamos a tener que esperar que llegue el agua superficia­l para regar esas tierra, pero se reconocerá un error histórico», señaló el agricultor afectado. El asesor técnico de la Plataforma Juan Manuel Ponce insistió en que, más allá del destino de los 19,99 hectómetro­s cúbicos que vendrán del trasvase del Tinto-odiel-piedras, que la Confederac­ión del Guadalquiv­ir ya ha asegurado que está empeñada en reparar el acuífero de Doñana, hay más agua. «Hay casi 40 hectómetro­s cúbicos de agua regenerada­s, muchas de la depuradora de Huelva, que no se están utilizando en la actualidad, que están ociosas. Además de muchas infraestru­cturas sin hacer como la presa de Alcolea», ejecutada al 30% y que se paró porque los técnicos aseguraron que el agua contenía minerales y no servía para el riego. «Hay muchos más recursos que pueden abastecer a nuevas superficie­s», concluyó este asesor.

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CÓRDOBA La Confederac­ión Hidrográfi­ca del Guadalquiv­ir sanciona las captacione­s ilegales en Doñana.

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