Ética con corazón
Un gol del brasileño Álex Viana a falta de seis segundos hace despegar al Córdoba Futsal
Había que hacerlo y lo hizo. Dio una lección de ética y profesionalidad, que consiste en hacer lo que uno debe aunque no le apetezca. No es sencillo bregar con una situación como la que está viviendo esta temporada el Córdoba Futsal, que se construyó con otras miras pero se ha visto metido en un embrollo monumental desde que arrancó un curso 22-23 tremendamente duro y didáctico. El partido ante el Besoccer UMA Antequera no fue agradable. El disfrute llegó con el resultado, merecido después de haberlo pasado francamente mal antes por culpa de un rival luchador, pero también por los errores atrás y una colección de tiros al palo. Viana reparó la avería -en la que a su pesar intervino- con un gol que hizo estallar Vista Alegre.
La relevancia de los puntos se dejó sentir desde el arranque, con los dos equipos muy presionantes. Al minuto tuvo la primera ocasión Pablo Del Moral, que cazó un envío al corazón del área de Lucas Bolo para conectar un disparo que desvió con el pie Conejo. Apenas unos segundos después, el poste repelió un latigazo de Viana. El público rugió. Todo iba tomando color. La llama la avivó Lucas Perin a los tres minutos. Progresó con la pelota, los rivales le acosaron de forma tibia y el brasileño se sacó un disparo con la derecha imposible para el meta rival.
Las primeras rotaciones de Josan mantuvieron el nivel. Miguelín, muy motivado, lo intentó desde lejos. El cuadro antequerano,
desbordado, trataba de recomponerse desde el esfuerzo defensivo. El Córdoba se mantenía dentro de un orden, sin dejarse llevar por las excesivas ganas de resolver. Muhammad, en una acción individual, estuvo muy cerca de hacer el segundo. La UMA se asomó por primera vez en una llegada de Dani Ramos, aunque Bolo se interpuso para impedirle un remate claro.
El pleito se fue tornando cada vez más áspero. A Lucas Perin, ya con una tarjeta y bastante caliente, le metió Cobarro un codazo en el costado que le sacó de la cancha. El personal iba fuerte a los choques, sin miramientos. Álex Viana mandó una pelota al poste y Conejo sacó milagrosamente el remate del brasileño tras el rechace. El Córdoba era el que lo hacía todo. Hasta los errores. Una acción defendida con poca presteza le dio a Óscar la opción de rematar a gol desde cerca rodeado por blanquiverdes.
A Jesulito le hizo una llave Dani Ramos -que vio tarjeta- y la concha
secuente falta la ejecutó Ismael, cuyo potente disparo lo desvió de modo magistral Conejo. Para entonces, el encuentro se había equilibrado. El Antequera reclamó una mano en el área de Zequi, pero no hubo caso. En ese escenario alterado surgió la figura de Muhammad, que firmó una jugada de pura raza: se escapó de tres rivales por fuerza, recorrió la candel
y cruzó la pelota para hacer el segundo. La fogosa celebración del tailandés electrizó al graderío, que resopló en el descanso viendo cómo los planes seguían su curso.
La reanudación se ajustó a los patrones que podían esperarse. Ceños fruncidos, protestas por todo y presión creciente. Las noticias que iban llegando de los resultados de rivales directos por la permanencia añadían una dosis extra de dramatismo en Vista Alegre. Una falta lanzada por Burrito que rozó el poste puso un nudo en la garganta a los locales, que no terminaban de encontrarse.
Todo se complicó para el Córdoba en una acción encadenada en la que Zequi vio dos amarillas y abandonó la cancha, dejando a los suyos en inferioridad por dos minutos. La caldera empezó a hervir. El Antequera aceleró, haciendo trabajar a destajo a Fabio, y los cordobesistas tiraron de vísceras. Del Moral rozó el tercero y la recuperación del quinteto, tras capear el temporal, los anfitriones buscaron la sentencia. Jesulito levantó asiento a los seguidores con otra ocasión.
Con el viento de cara, todos en Vista Alegre se echaron las manos a la cabeza a falta de nueve minutos. Viana se hizo un lío con la pelota en su área ante la presión de un adversario y no vio mejor modo de salir del atolladero que lanzar un centro al área -quiso que fuera un pase, pero resultó una pifiaque aprovechó Burrito para marcar en la línea ante un Fabio estupefacto.
Del Moral reclamó mano en el área de Alvarito, pero los árbitros no la vieron, y poco después Muhammad remató alto un centro de Lucas Perin. Pero los nervios estaban a flor de piel. Burrito lanzó un disparo que dio en los dos postes después de recuperar un balón en una deficiente salida del Córdoba. La respuesta la dio Álex Viana con un zapatazo que pegó en el larguero. Y Jesulito la envió después al poste. Un clima de locura se instaló ya definitivamente en Vista Alegre. Miguelín pedía ayuda a la grada cuando a dos minutos del fin el Córdoba sacó a Perin como portero-jugador, asumiendo el riesgo máximo.
Y ocurrió un episodio de justicia poética. Álex Viana, que emponzoñó el partido con su terrible fallo, lo compensó haciendo el 3-2 a falta de seis segundos en el reloj. Una buena circulación de balón la definió el brasileño con un disparo que se alojó en la escuadra. De inmediato cayó al parqué, abatido y con lágrimas en los ojos. Luego apuntó con sus manos al cielo. La permanencia en Primera División está ahora más cerca.
Josan González ENTRENADOR DEL CÓRDOBA FUTSAL «Ha sido un triunfo del equipo y del público de Vista Alegre, esto es un golpe de moral»