«El premio es para todos los que han construido el espíritu Averroes»
Pepa Cobos es la directora del IES Averroes, un centro que se define como innovador, inconformista e implicado con la sociedad, y que recibirá el premio Cordobés del Año cuando cumple cinco décadas de compromiso con la educación en una zona desfavorecida.
– El IES Averroes celebró en 2022 50 años en el Sector Sur, uno de los barrios más deprimidos de Córdoba. ¿Ha habido evolución socioeconómica en las familias, cómo influye esta realidad en las aulas?
– Yo diría que dentro del centro, a nivel de estudiantes, sí que ha habido una evolución positiva. Estamos muy satisfechos en ese sentido porque cada vez tenemos más alumnos que deciden continuar sus estudios. En el plano económico, se han vivido unos años muy difíciles, primero con la crisis de 2008 y después con la pandemia, que supuso un batacazo importante porque este barrio vive mucho de salir a la calle, de buscarse la vida, y con las restricciones no se podía. Sin embargo, yo creo que ahora se está dando un resurgir, dentro de que una gran mayoría de la población de este barrio no acaba nunca de salir de la crisis.
– ¿Han logrado acortar la brecha digital que se abrió en pandemia?
– Sí, en eso hemos avanzado muchísimo gracias a toda la dotación de material digital que hemos recibido en estos años. Durante la pandemia, tuvimos que hacer encaje de bolillos porque no teníamos apenas recursos, pero eso ha cambiado y ahora las familias que lo demandan tienen acceso a un ordenador. Además, la pandemia obligó al profesorado a usar las herramientas digitales con más frecuencia y eso ha favorecido el entrenamiento y práctica también en el alumnado. El covid tuvo muchos efectos negativos, pero también tuvo esa parte buena y nos ha ayudado a dar un gran paso en la digitalización.
– ¿Cómo es el alumnado del IES Averroes desde el punto de vista académico?
– En el centro tenemos cuatro grandes grupos diferentes de estudiantes. Tenemos al alumnado de la ESO, con el que existe un grave problema como es el absentismo intermitente, que se mantiene a pesar de que invertimos muchos recursos. En estos casos, lo que in
tentamos es orientar al alumnado a la Formación Profesional Básica, que hay mucha oferta, y que continúe formándose dentro del barrio porque este alumnado tiene un hándicap que es cruzar el río, y no quiere desplazarse del barrio. Intentamos que encuentren su sitio en las opciones de la FP para titular y encontrar un trabajo. En Bachillerato, la situación es muy distinta porque llega alumnado muy diverso, del barrio y de otras zonas, que quiere estudiar. También tenemos ciclos formativos, donde el nivel es muy bueno, y por último tenemos la enseñanza de adultos, que ha bajado un poco en este momento. Hay mucha
gente que empieza y que, por distintas circunstancias, lo tiene que dejar.
– ¿La Formación Profesional está dando salidas laborales que convencen al alumnado?
–Una parte muy importante de estudiantes del centro eligen la FP. El alumnado absentista poco motivado en el momento en que se enfoca en una actividad profesional que le gusta y que tiene una parte práctica se entusiasma y hay muchos que siguen formándose por esta vía. La Formación Profesional ya no se percibe como antes, se ve como una buena salida porque ven que pueden encontrar un empleo por esta vía.
¿En el alumnado de Bachillerato del barrio, cree que hay igualdad de oportunidades a la hora de acceder a estudios universitarios?
– – Yo creo que sí. En el instituto tenemos buenísimos alumnos en Bachillerato que acceden a la Universidad y que están estudiando carreras, aunque es cierto que hay casos en que esto exige un gran esfuerzo por parte de las familias. Afortunadamente, existen ayudas y becas que hacen que puedan llegar donde se propongan.
¿Cuenta el centro con dotación suficiente para atender las necesidades del alumnado?
– – Aparte de la dotación para las infraestructuras, en estos barrios, la dotación de personal es fundamental para atender la enorme diversidad que existe en un centro con tantos alumnos como este. Contamos con un presupuesto que llega a partir de fondos europeos y que nos permite desarrollar talleres, contratar monitores y muchas funciones que con el profesorado normal no podríamos abarcar. Los recursos humanos son muy importantes, desde los conserjes a las limpiadoras y los propios docentes.
– ¿Se resolvió el problema de personal que les llevó a movilizarse?
– Sí, la plantilla está al completo. Estamos muy agradecidos a todos los que nos apoyaron.
– ¿El impacto de la caída de la natalidad que tanto afecta a Primaria se está notando ya en los institutos de Secundaria?
– Se va notando, sí. Aquí hemos tenido hasta siete primeros de la ESO y ahora mismo hay cinco, y el año que viene tenemos cuatro unidades. La natalidad está cayendo y lo que intentamos, en la medida de nuestras posibilidades con el personal que tenemos, es hacer grupos más pequeños. La ratio debería caer por ley, para mejorar la atención educativa, yo diría que eso es lo más importante casi.
Supongo que ya no quedará ningún profesor en activo de los que empezaron hace 50 años. ¿Cómo es el profesorado nuevo que se está incorporando al instituto?
– – No, todos se han jubilado ya. Este centro ha sido referencia por el profesorado y la verdad es que estamos teniendo mucha suerte porque viene gente que aporta mucho y que están manteniendo lo que llamamos el espíritu Averroes. El espíritu Averroes, ese orgullo de pertenencia, existe precisamente por la implicación del colectivo con el alumnado y con los programas, talleres, formaciones que desarrollamos. Prueba de ello es que el alumnado, desde el más disruptivo al más integrado, mantiene el vínculo al cabo de los años. Coincidimos en este contexto en cuidar mucho la atención a la diversidad y al alumnado que tiene muchas dificultades en su vida, a través de convivencia, de segundos tutores... Esto es algo que hemos hecho aquí desde mucho antes de que se incluyera en normativa. Muestra de ello es el departamento de convivencia, que tiene tanta solera y que está tan bien organizado.
– La cultura ha sido otro eje del IES Averroes. Eso tampoco se ha perdido al cabo de 50 años.
– No, también tenemos la suerte de que llegan profesores potentes desde el punto de vista de la cultura, con muchas competencias y amplia formación. En plantilla contamos con gente que escribe libros, artistas, un campeón de debate...
– ¿Eso es casual o los profesores eligen el centro?
– Yo puedo decir que vine aquí porque elegí este centro y lo hice por el departamento de convivencia. Somos más de 100 profesores y muchos docentes eligen venir a este instituto porque saben cómo se trabaja y les gusta.
«La dotación de personal es fundamental para atender la enorme diversidad»
¿Qué supone el premio Cordobés del Año para el centro y a quién se lo dedicáis?
– – Para nosotros es una gran inyección de ilusión y el premio es para todos los que han pasado por aquí en estos cincuenta años, a todos los que han construido el espíritu Averroes, del primero al último.