Córdoba, Posadas y la Campiña, claves para ganar la Diputación
Para que el PP dé el vuelco, tiene que vencer de largo en la capital y sumar varios partidos judiciales PSOE e IU lograron 16 diputados en 2019, frente a los 11 del bloque de la derecha: PP, Cs y Vox
Las elecciones municipales del 28 de mayo, unas de las más abiertas de los últimos años, no solo servirán para elegir a los alcaldes de los 77 municipios de la provincia de Córdoba (un total de 909 concejales), sino también para saber quiénes se sentarán en los 27 sillones de la Diputación, una institución con un presupuesto superior a los 300 millones de euros en 2023 y que PSOE e IU gobiernan en coalición desde hace 8 años.
En los últimos comicios locales, celebrados el 26 de mayo de 2019, el PSOE ganó en el 56% de los municipios cordobeses y obtuvo 11 diputados provinciales (uno menos que los que logró en 2015); ocho consiguió el PP (dos menos); cinco fueron para IU (tres más, siendo el partido que más creció); dos para Ciudadanos (sumó uno), y uno para Vox. El reparto de escaños provinciales se hace en función de la ley d’hondt, aunque no todos los partidos judiciales tienen el mismo peso. La capital, por ejemplo, mete 13 diputados. La mayoría se sitúa en 14 sillones y hace cuatro años el bloque de las izquierdas sumó 16, frente a los 11 de PP, Cs y Vox.
El PP confía en dar el vuelco en la institución provincial que gobernaron por última vez entre los años 2011 y 2015. Para ello, necesitan que el candidato a la reelección en la capital, el alcalde José María Bellido, mejore notablemente los resultados de hace cuatro años (9 concejales) y obtenga «una mayoría amplia» capaz de atraer, por ejemplo, al hoy volátil votante de Ciudadanos, una formación que solo se presenta en cuatro pueblos.
Los socialistas, por su parte, entienden que para invertir la suma de los bloques de derecha e izquierda «a Bellido no le bastaría con ganar, tendría que arrasar», y que los cordobeses tendrían que votar como en las pasadas autonómicas, cuando Juanma Moreno ganó por goleada, algo que, sostienen, «no ocurrirá porque ahora se vota a los alcaldes», puntualizan fuentes del PSOE.
En 2019, PP y PSOE lograron 4 diputados cada uno en el partido judicial de Córdoba (los socialistas por apenas 2.000 votos más), que además de la capital incluye a las
circunscripciones de Adamuz, Bujalance, Cañete, Cardeña, Castro del Río, El Carpio, Espejo, Montoro, Pedro Abad, Villa del Río, Villafranca, Obejo y Villaviciosa.
en liza están, de entrada, los dos diputados que Cs consiguió en ese partido judicial y que, tras su debacle andaluza, parece complicado que revaliden (curiosamente ninguno de los diputados provinciales de Cs en este mandato repetirá con los naranjas: Miguel Castellano se fue a Vox y va de número 5 en la capital, y Érica Nevado,
que se presenta en su pueblo con una entidad independiente: Agrupación de Electores Unidos por Villaviciosa).
También está por ver cómo funcionará en la capital la confluencia de las izquierdas (bajo el sello de Hacemos Córdoba) y si IU puede capitalizar todo el voto a la izquierda que antes fue para Podemos (el partido morado solo presenta una candidatura en solitario en Priego); a quién castigarán las escisiones producidas en algunos partidos (en Peñarroya, el PSOE, por ejemplo, se presenta de nuevo dividido con la candidatura independiente de Sí Peñarroya, impulsada por el alcalde, José Ignacio Expósito, tras salir de las filas socialistas; y en Montemayor, el alcalde, Antonio García, expulsado de IU por un presunto delito de violencia de género, no ha podido concurrir con Contigo Montemayor). También está
El reparto se hace por la ley d’hondt, y no todos los partidos judiciales tienen el mismo peso
en duda saber dónde irán los votos de las formaciones desaparecidas (como Iporba, el partido del exsocialista Luis Moreno, en Baena); o si el peso de Vox subirá en el cómputo provincial al presentar ahora 31 candidaturas frente a las 18 de hace cuatro años.
Sin embargo, para que se produzca el vuelco, los populares necesitarán ganar en más partidos judiciales además de en la capital. Todos piensan que se moverá poco voto en los partidos judiciales de Pozoblanco, Lucena, Priego (aunque en la localidad, los socialistas aspiran a dar la sorpresa con Rafa Aguilera) y Cabra. Donde entienden que hay partido es en Posadas (en Palma, el PP tiene puestas muchas esperanzas, y en Hornachuelos) y en la Campiña, es decir, en las juntas electorales de Baena, Montilla (será importante lo que ocurra en Montemayor o Fernán Núñez, y lo que le sume eso al resto) y Aguilar (donde se incluye Puente Genil, que esta misma semana ha recibido la visita del presidente andaluz, Juanma Moreno, que arrasó allí en las elecciones autonómicas).