Los Patios superan las 400.000 visitas en su primera semana
Durante estos días el festival ha recibido en torno a un 6% más de público que en la edición anterior La ruta de la Judería presume de su señorío ante un nutrido número de turistas y cordobeses
Los patios vuelven a su ser y superan las visitas del año pasado. Así lo constatan los controladores de los más de 60 recintos que se han podido visitar durante esta primera semana. Según el recuento, aportado por el Ayuntamiento de Córdoba anoche, desde su inauguración el pasado dos de mayo hasta ayer, domingo 7, los Patios han recibido un total de 413.015 visitas, frente a las 388.236 que recibieron en la edición anterior en estos mismos días, lo que constata la impresión generalizada que han tenido tanto la organización como los cuidadores a lo largo de la semana de más público. Esto supone un incremento de más de un 6% con respecto a 2022.
Las cifras prepandemia aún parecen resistirse, pero no es tarde para que se alcancen pues los propietarios estiman que esta segunda semana y, en concreto, el próximo fin de semana será el más fuerte. En 2019, durante la primera semana de festival se superó el medio millón de visitas.
Por rutas, la del Alcázar Viejo, como es común, vuelve a llevarse la palma un año más con 115.811 visitas. A esta le sigue la Santa Marina y San Agustín, con 68.535. Muy cerca de la segunda, la Judería y San Francisco, que han registrado un total de 67.523 visitas. Por su parte, Santiago y San Pedro empiezan una nueva semana con 51.504 visitas; San Lorenzo con 52.324; Regina y Realejo con 21.929 y los patios fuera de concurso con 6.029.
El patio con más visitas de toda la ruta ha sido el popular enclave de la calle Marroquíes 6 (13.679), como también es costumbre. El segundo, como también es habitual, en la clásica calle San Basilio, concretamente, en el número 40, con 12.582, muy igualado con el 44, perteneciente a la Asociación de Amigos de los Patios, que ostentó 12.533 visitas, hasta ayer. Los días de mayor afluencia, obviamente, fueron sábado y domingo, con 90.473 y 72.096 visitas, respectivamente. En esto tampoco falló el cálculo de los cuidadores, quienes apreciaron ayer un ligero descenso de visitantes en sus casas.
La ruta de la Judería demostró
ayer el señorío de lo que llevaba presumiendo durante toda la semana: patios engalanados, espaciosos y cordobeses en un entorno privilegiado e indudablemente turístico. Al amplio abanico de Patios de Córdoba, en la ruta número cinco se suman las instituciones, predominantes en la zona, que también han abierto sus puertas y algún que otro patio fuera de concurso que nada tiene que envidiar en calidad y número de visitantes a otros tantos.
Patios institucionales y singulares que se dan la mano y se fusionan en esta zona con la tradición de las casas familiares como la de los Torrealba, en Céspedes 10, donde nacieron Rosario y sus hermanos. Rosario lleva, literalmente, cuidando de este patio desde que nació. Toda su vida ha estado viviendo en la casa y la pasión por los patios la heredó de su padre y su madre. Esta familia notó la afluencia desde que empezó el festival. «Esta calle es de paso y los que vienen del centro es el primer patio que se encuentran», dijo ayer Torrealba. Aunque no son visitas casuales, la cuidadora aseguró que son visitantes interesados. «Te preguntan por el nombre de las plantas, por su riego y entablan conversación», dice la propietaria del patio, quien subrayó la
buena labor de los controladores, que para ella son «una de las buenas cosas que se ha hecho» por la fiesta. Otra cuidadora nata es Penélope Núñez, de Judíos 6, conocido como el patio de Basi, su madre. Esta familia también lleva «toda la vida» al mando del recinto y señaló que «hay que invertir mucho, todos los años hay que hacerle algo». En cuanto a la afluencia, Núñez explicó que «ha ido decayendo con los días, empezamos muy fuerte» pero que es bastante numerosa y que «el fin de semana se nota». En contraposición a ellas, en la calle Julio Romero de Torres 15 está el patio de Carola Reintjes, una alemana enamorada de la cultura cordobesa y andalusí que hace cuatro años decidió sumarse a esta tradición abriendo su casa a los visitantes. Desde su experiencia, considera que «sería bueno ver qué medidas se pueden poner para que los fines de semana no sea tan masificado».
A estos espacios se suman los singulares e institucionales como el patio del Museo Arqueológico, que lució ayer sin colas por su amplitud; Samuel de los Santos Gener 5, gestionado por Cáritas de la parroquia del Sagrario, o el número 9 de esta calle, que abre fuera de concurso.