Batalla épica en El Arcángel
El Córdoba B cae ante un indomable Ciudad de Lucena pero logra el billete para la final
El desenlace para un derbi histórico. El duelo provincial entre el Córdoba CF B y el Ciudad de Lucena por un sitio en la final autonómica del play off a Segunda RFEF se saldó con victoria por la mínima celeste, clasificación blanquiverde y un auténtica batalla de por medio en El Arcángel (2-3), testigo de una matinal repleta de ambiente, tensión y fútbol en la que los pupilos de Diego Caro sacaron partida al factor clasificación para situarse a dos pasos del salto de categoría al cuarto escalón nacional, superando, por ende, en el global a los de Rafael Carrillo «Falete» y dejando marcado un encuentro para el recuerdo, al que no faltaron goles, tampoco prórroga, y que a buen seguro guardará un lugar privilegiado en el clásico histórico entre ambos conjuntos, que se cierra de forma algo abrupta para los lucentinos tampoco fue en su cuarta tentativa consecutiva al ascenso- y continúa de forma ilusionante para los cordobesistas, que se medirán al Salerm Puente Genil en la siguiente y última fase autonómica.
Entre cánticos y arengas desde ambos lados, el derbi por el billete a la final autonómica por el ascenso arrancó bajo cierta premura en El Arcángel. Tras un ligerísimo tanteo, con el Ciudad de Lucena algo más entonado y el Córdoba CF B buscando los espacios, Jan Reixach acarició el primero de la contienda en el mano a mano frente a Christian Arco, autoritario, contundente y ganador del pulso frente al catalán para mantener el equilibrio hasta la diana del ex blanquiverde Javi Hervás, que adelantó a los celestes desde el punto de penalti apenas consumido el cuarto de hora sobre el terreno de juego, una vez cobrada la pena máxima provocada por Matías Barboza ante Diego Domínguez en el área local.
Fueron unos primeros compases en los que los de Falete buscaron dejar su carta de presentación para nivelar la contienda, sabedores de que cualquiera resultado diferente al triunfo, por al menos dos goles de diferencia, sellaría el pase blanquiverde. La premisa: acumular tentativas y cercar el área de un cuadro cordobés sumido en un mar de dudas tras el zarpazo inaugural de los aracelitanos, que sentó como una losa. Ese fue espacio, precisamente, en el que el también ex blanquiverde Diego Domínguez buscó ampliar el daño antes del descanso, topando insistentemente con un seguro Eric Ruiz, atento en la cobertura al sevillano para aplacar ligeramente la rebelión en El Arcángel, o al menos prorrogarla.
Apurando los últimos instantes del primer acto, no obstante, una internada de Aníbal Padrón desde el perfil izquierdo se tradujo en la segunda pena máxima de la cita, entonces para los locales, cobrada seguidamente por un Abreu que no pudo frente a un estelar Christian Arco, hasta en dos ocasiones, acertado en el pleito ante el onubense para dejar el 1-1 apalabrado hasta la marcha a vestuarios.
La pugna se reanudó de la mano de un segundo acto en el que las necesidades lucentinas cobraron urgencia, otra vez ante un escenario en el que únicamente dos goles darían el pase a la siguiente ronda. Desde el otro lado, los pupilos de Diego Caro reorganizaron sus líneas para salvaguardar la jugosa renta en liza, sin demasiada claridad, ni juego vistoso, aunque a tan solo otra mitad de adjudicar
se el avance al penúltimo escalón antes del ascenso. Diego Domínguez, en dicha instancia, aprovechó una acción personal -tras otro breve episodio de tanteo- para poner el 1-2 en la contienda, deshaciendo la zaga local en amagos para sumar su primera diana de la matinal, justo después de un testarazo de Rubén Navas a la madera, aunque antes de su también segunda muesca para el casillero, que llegaría al cuarto de hora aprovechando otra desconexión defensiva blanquiverde para dar otra vez la vuelta a la eliminatoria, con el 1-3, aunque por poco.
Minutos después y con un nuevo arreón de orgullo blanquiverde de por medio, Carlos Daniel apareció para poner la réplica desde el bando cordobesista, nuevamente a balón parado, castigando la meta de Christian Arco con un potente voleón a quemarropa para situar un 2-3 que tras otro rápido intercambio de tentativas se mantendría hasta la prórroga.
Ciertamente, con el tiempo reglamentario rebasado, sendas escuadras redoblaron esfuerzos, aunque acusando la evidente falta de ideas -y oxígeno- tras el despliegue de todo el encuentro. Fue un escenario en el que tanto el Córdoba CF B como el Ciudad de Lucena, de esta forma, tiraron de la energía en reserva en busca de una nueva diana para alterar el global de la contienda, con el avance del reloj como enemigo celeste y aliado blanquiverde. Joaquín Delgado, ya en la segunda mitad del tiempo extra, rozó el gol de la equidad para los locales, mientras que Dani Espejo lo hizo desde el lado visitante, sin suerte, acierto ni puntería.