« ‘Slasher’ ayudará a situar a Córdoba como ciudad de cine»
El empeño por hacer algo contra todo pronóstico y hacerlo bien está detrás de Slasher, la película del director afincado en Córdoba Alberto Armas, rodada en pleno verano en los campos de Iznájar, Priego y Montoro y que ya va por 11 premios en festivales. Su historia, la de un joven que hereda el cometido de asesino en serie, llega a los cines este viernes.
– ¿Esperaba el reconocimiento de la cinta?
– La verdad es que no. Cuando se escribió una primera versión del guion en 2017, que luego reescribimos 14 veces, sabíamos que teníamos algo interesante dentro del género porque no conocíamos una película igual. Quisimos hacerla de la manera más profesional posible pensando en su interés dentro de los circuitos del cine de terror, pero no nos imaginamos 11 premios a mejor película.
– ¿Qué tal la primera experiencia con los festivales de cine?
– Maravillosa, aunque con sudores de manos y nervios por ver las primeras reacciones. Lo has hecho con toda tu pasión e intentando llegar al nivel y ver a la gente salir encantada, premiar la película, hablar de su originalidad, aplaudir y pasárselo bien, es muy bonito. Cuando la experiencia se repite en todas las citas, piensas que algo habrás hecho bien.
– ‘Slasher’ aúna comedia, drama y terror, ¿por qué ese cóctel?
–El tono surgió con la primera idea. Queríamos hablar de uno de
esos personajes del género slasher como Michael Myers, enormes, muy fuertes, sin corazón y que siempre andan muy lento. Esos eran los verdaderos iconos que quedaban en el recuerdo. Queríamos ahondar en su historia, pero también debíamos conseguir una empatía por parte del público. Así que pensamos en el chico de 18 años que lleva una máscara, como una especie de spider-man pero a la inversa. Era muy cómico centrarse en un chico joven, aspirante a malo, esperando a dar el susto en lugar de en la chica que lo recibe. También está el drama de saber si continuar con una tradición familiar tan grotesca, el dilema en el que se sitúa el protagonista.
–
¿El público lo ha entendido?
– La historia empieza ahora a llegar al público mayoritario a través del estreno en cines y las plataformas. Entonces veremos realmente el sentir general. Por ahora, la mayor parte del público de los festivales sale contento. También hay a quien no le gusta, claro, pero entre un 70 y un 80 por ciento se lo pasa muy bien. Sobre todo queríamos hacer una película que resultase familiar para los amantes del slasher, pero también queríamos crear un nuevo referente. Es decir, la película juega con dar una vuelta a los tópicos del género, por lo que la van a disfrutar tanto los iniciáticos como los adeptos a las pelis de asesinos en serie.
– ¿Qué le atraía de Iznájar, Priego y Montoro para rodar allí?
– Fue por practicidad. Empezamos a desarrollar el proyecto en plena pandemia, así que estábamos atados de pies y manos. Elegimos zonas que conocíamos. Pero también queríamos traer ese ambiente característico de América, el calor pesado, los ambientes amarillentos y de verano tipo La matanza de Texas. ¿Por qué no traer un slasher al sur y sustituir el bosque americano por los olivos? Claro que fue doloroso grabar en Córdoba en pleno agosto, pero mereció la pena por las imágenes.
– ¿El potencial de Andalucía como localización se infravalora?
– En general, sí. Estamos acostumbrados a ver los thrillers ambientados en las grandes capitales de España, pero fíjate el espectáculo visual que fue As Bestas. Tenemos unos espacios variados e increíbles en Andalucía, perfectos para grandes producciones.
– ¿Espacios quizá más baratos por estar menos explotados?
– Bueno, sí. Intentamos reducir los costes económicos. Pero yo creo que esta película ayudará a situar Córdoba como ciudad de cine. Para ello estamos luchando asociaciones como Record y las escuelas de cine, tan necesarias. Córdoba debería ser una ciudad de cine y esperamos haber puesto nuestro granito de arena para crear aquí un entorno de rodaje.
– ¿Percibe una industria cada vez más cohesionada en la provincia?
– Yo creo que sí. Llevo en el mundillo del cine desde hace 7 años, trabajando en cortos y con escuelas de cine. Desde los últimos 3, se respira en el ambiente las ganas de ponernos en el mapa. El trabajo importante empieza ahora y se verá recompensado en 5 años o quizá menos.
– ¿Ha contado con apoyo suficiente para este proyecto?
– Sinceramente, no. Ni por parte de productoras independientes ni de ayudas públicas. Toda industria tiene sus reglas y somos primerizos, así que entiendo la falta de ganas de invertir o coproducir una película que viene de alguien sin renombre, aunque tenga un guion original y una buena propuesta estética. Espero que este trabajo haya merecido la pena para obtener la ayuda que no tuvimos en la siguiente película.
¿Este reconocimiento sirve de impulso para su carrera?
– – Espero que así sea. Teníamos muy poco dinero y no paraban de contarnos las complicaciones de hacer una película y que por qué no hacíamos un corto caro. Pero ya hicimos desde Cinema Wings el corto Familia, que tuvo gran recorrido y tampoco nos dieron apoyo económico. Así que preferimos hacer un largometraje con menos recursos y por ahora nos ha salido bien la jugada porque la máscara de Slasher está ganando recorrido en España y Latinoamérica.