Por un puñado de votos
El Ucobarómetro vaticina infarto la noche del 28M: los bloques se jugarán la mayoría, el concejal número 15, por pocas papeletas Ese augurio da esperanzas a la izquierda y puede movilizar a la derecha, ¿demasiado confiada? ☰
Pónganse cómodos: tenemos por delante dos semanas de promesas y palabritas del niño Jesús que proclamarán la necesidad «de un cambio» en la ciudad (PSOE); que garantizarán que ese cambio lo harán «contigo» (Hacemos Córdoba), o que asegurarán que para cuidar de Córdoba hay que bajar a los barrios, que es donde «empieza la patria» (Vox). Añadan al catálogo de las ofertas los mensajes de quienes han estado gobernando y quieren «seguir avanzando» (PP), o de quienes también han gobernado pero hablan «de futuro» y del «nuevo Cs» para poner cierta equidistancia con el pasado que quieren dejar atrás.
Ucobarómetro
Córdoba se encamina a las urnas prácticamente a ciegas, porque solo contamos con tres encuestas de intención de voto realizadas a votantes de la capital (no incluimos los sondeos de los propios partidos, a los que presuponemos menos rigurosidad y más cocina). El primero de ellos, ya lejano para el tiempo demoscópico (enero), fue el sondeo del Centra (el CIS andaluz) que dio al PP entre 15 y 16 concejales.
Esa mayoría absoluta, según los otros dos estudios desarrollados por la Universidad de Córdoba (Ucobarómetro), se habría ido desinflando en favor de un mayor equilibrio entre los bloques de derecha e izquierda, hasta el punto de que la encuesta publicada esta semana habla de «un empate técnico» y apunta a que las elecciones se ganarán por un puñado de votos.
El estudio, firmado por el investigador, sociólogo y exparlamentario de Podemos David Moscoso, da al PP una mayoría cómoda, en una horquilla de entre 12 y 13 concejales, que podría sumar con los 2 o 3 ediles que conseguiría Vox.
En el otro lado estarían los entre 8 y 7 concejales que tendría el PSOE y los 7 que le dan a Hacemos Córdoba, por lo que las izquierdas también podrían sumar 14 concejales de 29. Así, en ambos supuestos queda en el aire el concejal número 15, el del desempate, que otorgaría la llave de Capitulares.
De ser esto cierto, está garantizada una noche de infarto el 28 de mayo, en la que los partidumbre
dos podrían disputarse por muy pocos votos la victoria (ha comenzado, de hecho, el reparto de orfidales por las sedes). Los resultados del Ucobarómetro han insuflado esperanza a las izquierdas (sobre todo a Juan Hidalgo, de Hacemos Córdoba, segundo candidato mejor valorado después del alcalde, que sueña con la remontada) y podrían ayudar a movilizar el voto de la derecha, demasiado confiada hasta ahora en su victoria electoral, algo que no le interesa al PP.
Revalidar la Alcaldía
José María Bellido se enfrenta al difícil reto de revalidar la Alcaldía, algo que no sucede en Córdoba desde el año 2007, cuando Rosa Aguilar tripitió como alcaldesa (gobernó desde 1999). Ni el popular José Antonio Nieto (que perdió una mayoría de 16 concejales en 2015), ni la socialista Isabel Ambrosio (que pinchó en 2019 al hundirse la izquierda a su izquierda) consiguieron retener el bastón de mando durante dos mandatos consecutivos.
En los comicios de hace cuatro años, la victoria del PP frente al PSOE distó apenas 4.000 papeletas (menos de 5 puntos) y el concejal 15 bailó hasta el último momento. Para incrementar la emoción este año, añadan la incerti
de saber dónde irán los votos de Cs, que un 43% de los encuestados dijeron que aún no han elegido su voto y la volatilidad del escenario político general, aunque el CIS de Tezanos sí da la victoria al PSOE.
Fuera de la campaña, o quizá no tanto, se han producido algunos anuncios por parte del gobierno local que han rozado el alero electoral (han sido denunciados por el PSOE y apercibidos por la Junta Electoral). Entre ellos, la resurrección del proyecto para unir el Campo Santo de los Mártires y la Mezquita; o el anuncio del fin de la expropiación de un solar en las Costanillas para ubicar un espacio deportivo y un parking.
Sin presupuestos
El mandato de José María Bellido toca a su fin sin que se hayan podido aprobar los presupuestos municipales, algo que se veía venir desde hacía tiempo por la demora arrastrada en el proceso y porque el PP ni siquiera había iniciado la negociación para sumar apoyos. Deja el delegado de Hacienda, Salvador Fuentes, eso sí, un anteproyecto de cuentas por si se cumple el escenario deseado por el PP, esto es, seguir al frente de la Alcaldía. Su idea es contar con ese adelanto por si acaso y retomar la aprobación de las cuentas una vez que se constituya el nuevo Pleno, el día 17 de junio. La oposición ha sido muy crítica con esta tardanza (las cuentas debían haber entrado en vigor el 1 de
enero) y, ahora lo ha sido de nuevo con esta aprobación exprés en junta de gobierno y sobre la bocina.
El último pleno ordinario del mes de mayo incluyó varios asuntos de gestión, como la aprobación por unanimidad de la innovación para la construcción de la base logística del Ejército o la devolución a la tesorería de más de 100.000 euros por parte de los grupos municipales, en su mayoría del PSOE por defectos en la justificación de facturas con cargo a las asignación económica que tienen los partidos en el Ayuntamiento.
El Pleno, por cierto, sigue con 28 ediles tras la marcha de Isabel Albás al PP --renunció a su acta naranja para formar parte de la lista debellido--. La Junta Electoral ha remitido ya al Ayuntamiento la credencial del edil sustituto, Antonio Barrionuevo, pero el secretario del Pleno espera instrucciones de Alcaldía para saber si debe convocar o no un pleno extraordinario antes del 28M (propongo que, de tener que hacerse, se haga en la Feria). En cualquier caso, si llega a tomar posesión, Antonio Barrionuevo podrá pasar a la historia municipal como el
Bellido se enfrenta al reto de retener la vara de mando, lo que no sucede desde 2007, con Rosa Aguilar