El problema del ‘bullying’
El ‘bullying’, ese maltrato físico, psíquico y social de unos indeseables malnacidos, crea verdaderos traumas en quien lo soporta. El acoso escolar que sufren muchos adolescentes se agrava, aún más, al estar superando estos el conflictivo trance de la adolescencia. Un grave problema en el que influyen muchos factores y condicionantes.
El primero es la impunidad de los acosadores que, al ser menores de edad y protegidos por la ley del menor, son inimputables, no les pasa nada. Si fuesen condenados y bien condenados, veríamos si se lo pensaban.
El segundo es el de los padres de estos energúmenos, que miran para otro lado, incluso le ríen las gracias, y pasan olímpicamente de lo que hacen sus hijos.
El tercero está en el recinto escolar con el profesor, el tutor y el director del centro. El profesor, que tanto tiempo está con el alumno, ni se lo debe de tomar a broma, ni permitir las bromas, las risas y las burlas que algún alumno pueda sufrir cuando este es tímido y, por su timidez, se pone colorado. El profesor no puede mirar para otro lado incumpliendo su misión ‘in vigilando’. El profesor
debe captar y darse cuenta del comportamiento del acoso escolar cuando algún alumno muestra unas actitudes y aptitudes, en clase y en el recreo, anormales.
El cuarto es el de los padres del acosado que, por diversas circunstancias, son ajenos al comportamiento de sus hijos, bien por estar poco tiempo con ellos, bien porque el hijo no dice nada, o bien porque no controlan la evolución de su rendimiento escolar, ni razonan e investigan por los extraños comportamientos modificados en su hijo.
El quinto es el de la escasez de psicólogos de la sanidad pública. Muchas familias no se pueden permitir la minuta que cobran los psicólogos privados.
El sexto, y como máximos responsables los del poder legislativo, los políticos, que no se han dignado en redactar contra el acoso escolar o el acoso en la calle, es decir, modificar la ley del menor. Este gobierno, a su avío. Eso es, para ellos, más importante que adolescentes se quiten la vida, o lo que ha pasado en Badalona, donde una niña de 11 años ha sido violada por menores de edad, su familia amenazada, y teniendo que abandonar su tierra.